El Centro Loyola de Canarias recuerda a Adolfo Nicolás SJ
El Centro Loyola de Canarias convocó el pasado 28 de mayo un encuentro online para recordar la figura del P. Adolfo Nicolás SJ, que fue Superior General de la Compañía de Jesús y falleció hace unas semanas en Tokio. Para ello contaron con la participación del P. Joaquín Barrero SJ, que trabajó junto al P. Nicolás durante todo su generalato.
El mismo Joaquín Barrero eligió como título de la charla "Adolfo Nicolás SJ, legado sin fronteras", en la línea de unas palabras repetidas en distintas ocasiones por el P. Nicolás: "Para abarcar la grandeza del misterio humano necesitaríamos sumar los acentos que nos vienen de los distintos continentes”.
Barrero recordó los orígenes de Adolfo Nicolás, que nació en Villamuriel de Cerrato, un pueblecito de Palencia. "Desde allí se enamoró de los grandes horizontes", ha destacado, pero siempre reconoció y reivindicó que su origen le dio una gran sensibilidad hacia lo sencillo. "La sencillez de mi pueblo siempre ha sido clave para mí”, había dicho el P. Nicolás en alguna ocasión.
“Se vivió a sí mismo sin fronteras”, considera Barrero, y por eso se encontraba contento allí donde vivía. A menudo se le preguntaba si se sentía más europeo a asiático, a lo que respondía “en Asia estoy convencido que no soy un asiático pero en Europa soy consciente que tampoco soy europeo (…) porque siento que he cambiado en mi manera de sentir y percibir el mundo. Me considero una persona en proceso, que se va rehaciendo constantemente y aprendiendo de los lugares en los que tiene que vivir”.
Nicolás consideró las fronteras como lugar privilegiado de encuentro con Dios. Y al mismo tiempo insistía en que para "ir a las fronteras" se debe estar bien preparado. Para el anterior Superior General de los jesuitas, en un tiempo de globalización de la superficialidad es necesario cultivar la profundidad. Y pidió a la Compañía de Jesús un discernimiento sobre sus propias fronteras, en las que sigue empeñándose: la evangelización, la realidad migratoria, la ecología, el diálogo con otras religiones, los jóvenes, los pobres, la reconciliación…
Joaquín Barrero ha definido al P. Nicolás con los valores propios de los grandes maestros como la humildad y la constancia, el aliento a los grandes deseos, el descubrimiento de lo mejor de cada persona, o la enseñanza con el propio comportamiento y actitudes. En lo personal ha destacado su sencillez, cercanía y naturalidad.
Podéis ver la charla de Joaquín Barrero SJ en este enlace: Adolfo Nicolás SJ, legado sin fronteras