
Concierto de Gergely Bogányi en la Iglesia de Málaga
La Iglesia del Sagrado Corazón de Málaga es, no solamente un importante centro espiritual de nuestra ciudad (en buena parte gracias a la devoción que suscita en toda la provincia el Beato Arnáiz), sino también un referente cultural de la misma, de modo especial en lo que a conciertos se refiere. La programación anual suele incluir conciertos vocales, de órgano, piano, cuartetos e incluso orquestas de cámara. La sonoridad de la Iglesia diseñada por Guerrero Stratchan a finales de la década de 1910 es, tal como afirman todos los artistas que aquí han podido interpretar, sencillamente espectacular, lo que la convierte en el marco idóneo para esta otra forma de acceder a Dios que es la belleza. Lo de ayer se salía del programa. Se trataba de un concierto organizado por la embajada de Hungría en Madrid y en el que tuvimos la suerte de contar con el maestro Gergely Bogányi. Niño prodigio del piano, artista de renombre mundial, solista de las bandas y salas de conciertos más prestigiosas, su extenso repertorio incluye más de treinta conciertos para piano y una parte importante de la literatura pianística. Cuenta con numerosos logros en concursos internacionales y premios al más alto nivel. Es, desde 2014, miembro titular de la Facultad de Música de la Academia Húngara de las Artes. En su empeño por renovar el piano tradicional, en enero de 2015 presentó el piano Bogányi, diseñado y construido según sus ideas. Con un peso de más de 650 kg., en su construcción, de diseño futurista, apenas se ha usado madera y su caja de resonancia es completamente distinta al piano de cola tradicional. Esto permite, tal como pudimos comprobar ayer, una soberbia sonoridad que a veces desbordaba el volumen de la Iglesia y amenazaba con salirse por las vidrieras. No solamente las excepcionales resonancia y sonoridad del piano fueron motivo de alabanza, sino también una serie de armónicos en los que los más entendidos en música encontraron –sorprendentemente- violines, cellos y violas escondidos. Cerrando los ojos era difícil decir cuántos instrumentos estaban tocando a la vez con las cuerdas de ese piano.
Al numeroso público que llenaba la iglesia se le hizo corta la hora de concierto en la que el maestro Bogányi desarrolló con virtuosismo un programa compuesto por: "Toccata and Fuga in D minor" BWV 538 de Bach, con arreglos del propio Bogányi, "Impromptu in A flat Mayor" op.90 nº4, e "Impromptu in G flat Major" op.90 nº3, de Schubert y "Legende nº2 – St. Francis de Paola walking on Water" de Listzt. En el concierto le acompañó el maestro Gábor Varga, virtuoso del clarinete que, en esta ocasión, abandonó su instrumento para deleitar al público con dos maravillosas improvisaciones al piano Bogányi.