
¿Qué aportan las religiones a la paz?
Las religiones todavía en el siglo XXI reciben la acusación de ser factor de violencia, de guerra, de terrorismo. Dentro del estudio en 2024 de la contribución a la cultura de paz de la diversas dimensiones existenciales y sociales, el Seminario de Investigación para la Paz en Zaragoza cree conveniente tomar muy en serio esta crítica a las tradiciones religiosas e investigarla. ¿Cuáles son los mecanismos de degeneración violenta del hecho religioso? ¿Cuál puede ser la contribución de las religiones a la cultura de paz?
La sesión estuvo orientada por tres ponencias. En la primera Mons. José Antonio Satué, obispo de Teruel-Albarracín, expuso la visión de la paz del papa Francisco y su itinerario desde la guerra de Siria hasta las actuales de Ucrania y Gaza. Desde el principio clamó: “¡Nunca más la guerra! Jamás el uso de la violencia lleva a la paz. La guerra llama a la guerra, la violencia llama a la violencia.” (2013). Identificó en Francisco tres elementos de una paz duradera: 1) La memoria de las víctimas, que no sólo es un acto de justicia sino una llamada a la paz; 2) La verdad, a la que se renuncia o incluso manipula hoy; 3) La justicia, la paz es fruto de la justicia, tan colonizada ideológica y mercantilmente. Francisco entiende que la paz es una responsabilidad no sólo colectiva sino personal: “¿Dónde está Abel, tu hermano?”. Y en solidaridad con las demás tradiciones religiosas advierte muy seriamente sobre la utilización del nombre de Dios en vano para justificar una lógica bélica.
La profesora Montserrat Abumalham, doctora en Ciencias Semíticas de la UCM, abordó sobre todo el conocimiento de las tradiciones religiosas como camino hacia la paz. Partió de una revisión histórica de la secularización en España, y tomó el Instituto Universitario de Ciencias de la Religiones UCM como punto de partida para explicar las dificultades en el campo del conocimiento del hecho religioso desde una perspectiva antropológica y sociológica, propio de la cultura de paz, reservando la pastoral catequética para la comunidad practicante.
El jesuita Jaime Flaquer, profesor en la Universidad Loyola de Andalucía y director de la Cátedra Andaluza para el Diálogo de Religiones, siguió desde la proclamación de Hans Küng en 1980 “sin diálogo interreligioso no hay paz” su evolución posterior teórica y práctica, con el intento fallido de introducir como criterio de discernimiento de la verdad la ”humanización”. Flaquer insistió en la necesidad no sólo del diálogo interreligioso sino del diálogo intrarreligioso.
No es suficiente criticar como un mal lejano al desviado de la propia tradición sino que se hace preciso confesar “ese pecador soy yo”.
La primera parte da la sesión fue seguida presencialmente por 8o personas y otras muchas online (que puede encontrarse en Youtube: AQUÍ)
En la segunda parte un grupo interdisciplinar de 17 personas dedicaron tres horas a un debate moderado sobre las propuestas prácticas y teóricas recibidas, que fueron enriquecidas por su experiencia y aportaciones.