
El templo de Santander, escenario de cultura musical
Durante las dos últimas semanas, nuestro templo se ha convertido en un escenario para la cultura musical, es decir, un lugar de encuentro para los amantes de la música coral, ya que se han celebrado en él las XIV Jornadas polifónicas de Santander. A lo largo de los días hemos oído repetidas veces en la presentación la alusión “al marco incomparable” en el que se desarrollaba esta actividad. Y es verdad que, además de ser un lugar común de otros discursos, en este caso las pinturas que decoran las paredes de este templo neogótico parecían iluminarse a medida que afluía el numeroso público, las corales actuaban, y público y corales se fundían en un aplauso final. La dedicación cultural del templo complementa la amplia oferta sacramental que en él se ofrece.
Las Jornadas polifónicas, están organizadas por ASCASAN (ASociación CAntabra pro SAlud Mental), ONG muy implantada en esta tierra, que hace 25 años se decidió por acompañar sus diversas actividades con la creación de un coro: la Coral Polifónica ASCASAN. Después de diversas vicisitudes, hace ya 14 años, los dirigentes de la asociación entendieron que uno de los valores de la Coral podía ser una buena tarjeta de visitas para hacerse presente en la sociedad e idearon la creación de unas jornadas. En ellas la Coral invita a otras corales y amplia así su marco ordinario de actuación, superando al acompañamiento de las propias actividades, y ofreciendo una ocasión de presencia social en la ciudad abierta a todo el público. Este es el valor principal de estas Jornadas.
En esta ocasión, tres han sido los coros invitados: la Camarata Coral, de la Universidad de Cantabria; el Coro San Julián, de Herrera de Camargo; y la Coral Solera Berciana. Y cuatro las intervenciones, todas ellas variadas en cuanto al repertorio, alternando composiciones religiosas con populares, todas ellas muy aplaudidas por el público asistente.