Primeros votos en Loyola
Cuatro jóvenes hicieron sus primeros votos en la Compañía de Jesús el sábado 8 de septiembre, festividad de la Natividad de María, en el Santuario de Loyola: Lucas Alcañiz (Madrid, 30 años); Luis Argila (Barcelona, 36 años); Alejandro Escoda (Barcelona, 26 años) y Alejandro Toro (Los Santos de Maimona, Badajoz, 21 años).
La basílica del santuario se llenó, como cada año, de familiares, compañeros, amistades y gente cercana a la Compañía que no quiere perderse una celebración siempre cargada de emoción. La particularidad de este año fue que uno de los votantes, Lucas, sacerdote de la diócesis de Madrid, participó como concelebrante en la eucaristía de sus primeros votos.
Presidió la celebración el provincial de España, Antonio España, que en su homilía se refirió al descubrimiento que ha llevado a Lucas, Alejandro, Alex y Luis a plantear en sus vidas “todo de forma distinta a lo establecido", prometiendo vivir "con ilusión, con riesgo, en un ambiente contracultural y con servicio a los demás". La homilía giró en torno a esas cuatro características de la vida del jesuita hoy: ilusión, porque "uno descubre que hay una presencia que da luminosidad al mundo y a las cosas; riesgo, porque "vivir como Jesús, o tratar de vivir como él, entraña riesgos; contracultural, porque, ahora mismo, “sentirse llamado a la vida consagrada o al sacerdocio no recibe el respaldo social de antes"; y servicio, porque "la experiencia de ilusión, de riesgo y de contraculturalidad tiene una dirección que es el servicio": un "servicio a la fe y a la promoción de la justicia que la misma fe exige", un "servicio de reconciliación hacia Dios, hacia la humanidad rota y dolorida y hacia la creación".
Tras hacer los votos, Alex tomo la palabra para dar las gracias en nombre de los cuatro. Se refirió a los votos como “la forma concreta en la que Dios quiere hacerse presente en nuestras vidas”. Los cuatro se sienten “maravillados ante tanto bien recibido” y agradecidos a Dios por ofrecerles “un camino de plenitud en un tiempo tantas veces falto de sentido”. A continuación, se refirió a todos los signos del amor de Dios que advierten al echar la vista atrás: en la familia, amistades, Noviciado, formadores… También tuvo palabras en euskera para dar gracias a la tierra que los ha acogido durante los últimos dos años.
Los cuatro viajarán ahora a Roma, donde esta misma semana comenzarán su próxima etapa formativa, en la Universidad Gregoriana. Lucas estudiará la licencia en Teología Espiritual y el resto Filosofía. Mientras, un nuevo curso ha dado comienzo ya en el Noviciado San Francisco Javier, en San Sebastián, donde este pasado jueves ingresaron cinco nuevos jóvenes.