Publicado: Lunes, 05 Septiembre 2022

Testimonios MAG+S: Experiencia Recordar

Trece jóvenes de entre 23 y 30 años, tres jesuitas y una religiosa metidos durante 10 días en un caserón antiguo al pie de un castillo en un pueblecito perdido entre Navarra y Aragón. Lo que podría ser el comienzo de una película de terror de serie b es en realidad una de las experiencias fuertes que ofrece la pastoral MAG+S junto a la Promoción Vocacional de la Provincia, dirigida en concreto a los jóvenes que se encuentran en una encrucijada vital y tienen que tomar decisiones de calado. Es por eso que esta experiencia ya lleva en el nombre su objetivo fundamental: RECORDAR, es decir, volver (prefijo re-) a pasar por el corazón (del latín cor-cordis) nuestra historia personal y así reconocer la presencia de Dios en ella.

Este año la experiencia ha estado coordinada por Fonfo, David, Charlie, Dani (los cuatro jesuitas) y Montse (esclava del Sagrado Corazón). Gracias a ellos hemos podido disfrutar de una experiencia que aúna oración, formación y acompañamiento: tres pilares esenciales para discernir correctamente. De un lado, desde el primer minuto y hasta el décimo día, se fomenta un clima propicio a la relación tú a tú con Dios, que se intensifica durante los ejercicios espirituales. Por otro lado, la experiencia también propone momentos de formación teórica que ayudan a la maduración tanto de la fe (talleres de teología sobre historia de la revelación, cristología, eclesiología y espiritualidad ignaciana) como a la mejora de la oración y los procesos de discernimiento (pláticas en tiempo de ejercicios). Por último, uno de los aspectos más destacables de Recordar es el acompañamiento personalizado que cada joven recibe día a día; de esta manera, con la mirada externa del acompañante, podemos unir los puntos de nuestra historia y dar sentido a unos patrones que a veces nosotros solos no somos capaces de interpretar.

Al final de la experiencia, e independientemente de las preguntas que a cada uno nos han llevado hasta aquí, se tiene la certeza (certeza racional y certeza del corazón) de haber aprendido un poco más a reconocer el modo de operar de Dios en nuestras vidas. Un modo sutil, que en muchas ocasiones, más que darnos una respuesta arrolladora, nos cambia las preguntas y nos dirige la mirada hacia los márgenes del camino, hacia orillas inesperadas. Así pues, quien se atreva a Recordar podrá experimentar internamente que la vida que empieza en uno mismo Dios la lleva fuera, al mundo, a los otros.

El que escribe estas líneas no quiere acabar sin dar las gracias a los coordinadores: Fonfo, David, Charlie, Dani y Montse; y a los compañeros de experiencia: Alberto, Asier, Cristina, Diego, Fran, Francesc, Henar, Irene, Pablo, Santi, Sara y Valentina. ¡Gracias por transmitir tantas ganas de encontrar a Dios en todas las cosas!

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