Publicado: Miércoles, 15 Agosto 2018

“Sigan acompañándonos como lo han hecho hasta ahora”

En un valiente y claro comunicado el pueblo Awajún Wampis agradece a los jesuitas su presencia y trabajo con las comunidades indígenas a la vez que rechaza y condena el asesinato del sacerdote jesuita P. Carlos Ruidavets, ocurrido el pasado viernes 10 de Agosto en el colegio de Fe y Alegría de Yamakentsa, donde nuestro compañero llevaba trabajando la mayor parte de sus casi cuarenta años de entrega en la Amazonía peruana.

El Consejo Permanente de los Pueblos Awajún, encabezado por su presidente Santiago Manuin, quien visitó España hace menos de un año, emitió un comunicado hace dos días en el que pide a la Compañía de Jesús que “no retrocedan en sus obras sociales y que nos sigan acompañando en el proceso del crecimiento integral de nuestro pueblo como lo han hecho hasta ahora.” [Ver comunicado original]

El P. Carlos Ruidavets empezó a trabajar en el internado Valentín Salegui, fundado por los jesuitas en la comunidad de Chiriaco hace más de 50 años, y tiempo después se mudó a Yamakentsa, a unas dos horas, un poblado solo accesible por vía fluvial, más próximo a comunidades amazónicas aisladas. En los últimos diez años el centro educativo pasó a formar parte de la red de Fe y Alegría, y forma parte de los proyectos apoyados desde España por Entreculturas y Alboan, las organizaciones jesuitas de Cooperación de nuestra provincia.

En su comunicado, la organización indígena enfatiza como Carlos "hizo total entrega de su vida al servicio de la Educación, en la formación de los jóvenes del Pueblo Awajún y Wanpis,” a través de su trabajo en el centro de Fe y Alegría, lugar al que llegaban los chicos de los colegios de los ríos Santiago, Cenepa, Chiriaco, Marañón, Nieva, los que venían de los lugares más alejados, para tener acceso a una mejor formación. De hecho, muchos de los líderes en distintos espacios y organizaciones awajún y wampis han pasado por este colegio donde se hospeda a 270 alumnos en situación de internado.

En las próximas semanas se convocará una asamblea general de las cinco cuencas donde se coordinan las organizaciones de base y autoridades locales de la provincia de Condorcanqui y Distrito de Imaza, donde se espera poder colaborar en la investigación del asesinato y "se solicitará a la Compañía de Jesús que siga acompañando al pueblo y se respaldará su trabajo garantizando sus intervenciones en nuestro territorio.”

Los restos de nuestro compañero Carlos fueron sepultados el domingo en Imacita, localidad en donde desarrolló casi toda su carrera sacerdotal y pastoral.

  • Comunicado del Consejo Permanente de los Pueblos Awajún: leer
  • Comunicado de la provincia del Perú de la Compañía de Jesús: leer

 

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