Publicado: Viernes, 11 Octubre 2019

El padre Andrés Díaz de Rábago, nombrado gallego del año a sus 102 años

El padre Andrés Díaz de Rábago, misionero jesuita que, a sus 102 años, continúa con su labor evangélica y sanitaria (es también médico) en los rincones más desfavorecidos de Asia, fue reconocido este jueves en Santiago de Compostela como uno de los gallegos del año 2019. Se desplazó expresamente a Galicia a recoger este premio y aprovecha estos días para estar en su tierra natal con su familia y sus amigos.

Andrés Díaz de Rábago puso, con su simpatía, cercanía y alegría, la nota más espontánea y cercana del acto. Dio las gracias y no se consideró merecedor de semejante galardón. Y dio un consejo a los demás, el mismo que él se dio hace años: “Amar. Pensar un poco en los demás, preocuparse un poco más por los vecinos, los de casa, los de fuera. Ofrecer una sonrisa, no un mal gesto. Ayudar me ha hecho un bien extraordinario en mi vida”, explicó.

Este gallego, nacido en A Pobra do Caramiñal (A Coruña) hace 102 años, estudió en el colegio de los Jesuitas de Vigo y es ya el antiguo alumno vivo de mayor edad del Colegio Apóstol Santiago. Para él, tal y como explicó a la revista de este colegio en una larga entrevista, su vida ha sido un constante peregrinaje. “A mí me tocó ir en peregrinación por la vida. En los ocho años (1925-1933) de mi estancia en el colegio de Vigo pasé por Bellavista (la actual ubicación del centro), la Molinera, Arenal, Entre-os- ríos (Portugal) donde cursé el sexto de Bachillerato, y terminé mi peregrinación con el Colegio, para empezar en Santiago otra peregrinación de mi vida, en la Facultad de Medicina. Quien iba a pensar entonces que esta nueva peregrinación me iba a llevar, después de varias etapas españolas (Salamanca, Comillas), a Peiping, Shanghai, Filipinas, Timor Leste, Taipei… Estos puntos suspensivos indican que las últimas etapas de mi vida, todavía el Señor Jesús no me las ha dado a conocer, o es que ésta de hoy, Taipei, ¿es la última? No me preocupa. Sé que estoy en las manos de un BUEN AMO y eso me basta”.

Acto multitudinario

El acto, que tuvo lugar en el Palacio de Congresos de Compostea, se ha convertido ya en la gran fiesta de la sociedad civil gallega. Fue una ceremonia vibrante y emotiva en la que se dieron cita más de 1.500 invitados, representantes de diversos sectores sociales. Además del premio al padre Rábago, se reconocieron las trayectorias de otras 18 personalidades e instituciones que sobresalen por su servicio y labor en favor de los demás, así como por su talento. 

El Grupo Correo Gallego lleva a cabo, cada año, la entrega de estos galardones para distinguir a los mejores de Galicia, hombres y mujeres excelentes que destacan por sus brillantes carreras, esfuerzo y dedicación para hacer de la comunidad gallega un lugar próspero y mejor.

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