Publicado: Jueves, 15 Octubre 2020

Alboan ha presentado el informe “Covid-19 y la desigualdad creciente”

Esta mañana la ONG Alboan ha presentado el informe “Covid-19 y la desigualdad creciente” en el que expone como la pandemia afecta a toda la población mundial, pero de un modo muy diverso. El Covid-19 ha destapado y exacerbado las desigualdades. Está afectando con más virulencia a los países empobrecidos, mientras que los más ricos cuentan con una mayor capacidad sanitaria y económica para hacerle frente. Ello tiene un reflejo en los ámbitos sanitario, educativo y económico, así como un impacto especial en las mujeres en situación de gran vulnerabilidad y en las poblaciones refugiadas.

Leire Morquecho, responsable de Cooperación Internacional de Alboan, ha señalado que “veníamos de unos años en los que habían mejorado algunos indicadores. Por ejemplo, habíamos pasado de un 35% de la población mundial por debajo del umbral de la pobreza extrema en 1990 a un 10% en 2019; y en el caso de la educación, en 2018 el 84 % del alumnado logró terminar la educación primaria  frente al 70% que lo logró en el año 2000. La pandemia afecta obviamente a los indicadores y está teniendo consecuencias nefastas para las poblaciones más desfavorecidas”.

Por primera vez desde 1998 aumenta la pobreza extrema que puede arrastrar a 500 millones de personas. En el caso de la educación, más de 1.600 millones de niñas y niños se quedaron repentinamente en sus casas, sin poder ir a la escuela. En muchos contextos la escuela es un espacio seguro, especialmente para las niñas”, ha indicado Morquecho.

En esa línea Irene Galera, oficial de Comunicación del Servicio Jesuita a Refugiados, SJR, de África Occidental y Grandes Lagos, ha señalado que “si ya en la región del África Subsahariana más de 9 millones de niñas entre 6 y 11 años no pueden ir a la escuela, según la Unesco, con la COVID-19 muchas estudiantes no han vuelto a clase ni se han presentado a los exámenes, a causa de embarazos o matrimonios prematuros. También muchos alumnos han dejado los estudios para buscar trabajo fuera de los campos debido a las estrecheces económicas”. También ha relatado enormes dificultades sanitarias y económicas en países con sistemas sanitarios débiles o inexistentes, y donde gran parte de la población se desenvuelve en la economía informal, y la cobertura estatal es prácticamente nula.

Pese a ello, ha apuntado a algunas experiencias esperanzadoras y creativas como l’École à la Radio en República Centroafricana en el que profesores y niños y niñas graban programas educativos para la emisión en las comunidades que no tienen acceso a la escuela.  Clases a domicilio, y seguimiento del profesorado por WhatsApp en Chad. Y el campo de Bwagiriza, de Burundi donde el JRS inició un proyecto de fabricación de máscaras para la población del campo a través de una cooperativa textil.

Alfredo Gamio, director del Servicio Agropecuario para la Investigación y Promoción Económica, SAIPE, de la Amazonía peruana ha evidenciado múltiples precariedades y enormes brechas sociales en la provincia de Condorcanqui, mayoritariamente habitada por comunidades indígenas Awajún y Wampis.

Debido a esas carencias entre junio y julio los contagios se multiplicaron por 7 y “la prevalencia de contagios entre la población awajún es de un 13% frente al promedio nacional del 6.5%”. También ha constatado que los programas educativos vía radio, TV e internet no han tenido gran impacto por falta de electricidad en más del 60% de viviendas y carencia de equipos en muchos otros.

En el ámbito económico Gamio ha destacado la paralización de proyectos, las restricciones en transporte y comercio, y la demora del Estado al tramitar los bonos económicos y alimentos. Y por último ha denunciado que “las comunidades nativas siguen siendo las últimas en ser atendidas, políticas tardías y poco interculturales sin diálogo con iniciativas de la población”.

Ante ese escenario el SAIPE ha desplegado acciones de ayuda humanitaria (alimentos, medicinas, material educativo, etc.); está adaptando sus estrategias a un nuevo contexto, con alianzas para la incidencia, y nuevas propuestas.

Desde Alboan creen indispensable redoblar la solidaridad global para estar a la altura de este desafío que amenaza a las comunidades más vulnerables. Mª Mar Magallón, directora de la ONG, ha señalado que “estamos respondiendo a retos inéditos y tenemos que ser creativas y audaces para ello. Nuestra respuesta a esta emergencia humanitaria está enfocada a proveer servicios educativos a quienes no los tienen, kits básicos para higiene o mantener procesos productivos que permitan medios de vida responden a una estrategia de corto plazo para atender esa emergencia humanitaria, pero al mismo tiempo nuestro trabajo y nuestra apuesta es de largo plazo, para seguir transformando las estructuras económicas y sociales que generan esta desigualdad y pobreza global”

El compromiso de Alboan es:

  • Impulsar una solidaridad más allá de nuestras fronteras con una acción global y coordinada, donde las personas más vulnerables estén en el centro; 
  • Exigir un aumento de los fondos para Cooperación al Desarrollo y la Acción Humanitaria en los Presupuestos que ahora se están discutiendo;
  • Plantear una condonación, total o parcial, de la deuda externa a los países más empobrecidos;  
  • Promover  una Ciudadanía Global que acometa estos retos globales;
  • Fortalecer lazos y trabajar en red, sumando voluntades y esfuerzos para conseguir esa transformación social, cuyo ejemplo es la es la colaboración con el SJR y el SAIPE. 

 

Web campaña Emergencia Covid19

https://emergenciacovid19.alboan.org/

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