Publicado: Martes, 20 Septiembre 2022

Acto de solemne apertura del curso en la Universidad Loyola

La Universidad Loyola celebró el pasado viernes 16 de septiembre el acto solemne de apertura de su décimo curso académico. Estuvieron presentes la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Dos Hermanas, Dña. Basilia Sanz Murillo, y el secretario general de Investigación e Innovación de la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación de la Junta de Andalucía, Pablo Cortés Achedad, entre otras de autoridades académicas, civiles y militares, y miembros de la comunidad universitaria.

El acto se inició con la celebración de la Eucaristía en la capilla del Campus, presidida por Arzobispo de Sevilla, Mons. José Ángel Saiz Meneses, y concelebrada por Jaime Oràa SJ, Enrique Sanz SJ; José María Valverde SJ, Ildefonso Camacho SJ, Gonzalo Villagrán SJ, Sergio García Soto SJ y José Ignacio Vitón SJ.

En el transcurso de la ceremonia, se han adelantado algunos datos de la Memoria del Curso 2021/2022 con los resultados de su actividad durante el pasado año lectivo.

El rector, Gabriel Pérez Alcalá, ha asegurado en su discurso inaugural de este curso 2022/2023, el décimo desde su creación, que “la calidad es el espejo en que deben mirarse todas las universidades, independientemente de su naturaleza jurídica, sea esta pública o privada. Lo importante es si son buenas universidades, si tienen el nivel de calidad que tienen que tener y si son accesibles a los estudiantes”.

Según ha desgranado en su intervención, la calidad universitaria se puede medir en base a tres variables fundamentales: la productividad científica y cultural de su claustro, el alto rendimiento académico de sus estudiantes y el alto índice de empleabilidad de sus egresados. “Una buena universidad es un ecosistema que posibilita todo esto. Lo que determina la calidad son las tres variables y su interrelación, pues ser buenos en una o dos de ellas no da una universidad de calidad”, ha sintetizado.

Pérez ha señalado que, en este contexto de educación integral, ocupa un lugar preferencial el Servicio Evangelización y Diálogo cuyo objetivo es promover los valores evangélicos de la espiritualidad ignaciana que se reflejan en la Universidad Loyola. En este contexto de pandemia, el servicio ha realizado un importante esfuerzo para mantener en modalidad presencial-virtual sus actividades y experiencias formativas en los campos de la espiritualidad, el voluntariado y el diálogo.

Durante el que fue el noveno curso de la universidad el número total de estudiantes matriculados en estudios de grado ascendió a 3.283, a 555 en máster, 62 en doctorado y 121 en programas de executive. Así, la cifra total de alumnado matriculado con carácter regular en los estudios impartidos desde la Universidad Loyola fue de 4.021.

Lección inaugural de Enrique Sanz SJ

El rector de la Universidad Pontificia de Comillas, Enrique Sanz SJ, ha comenzado su lección inaugural “recordando y agradeciendo el trabajo de colaboración que realizan miembros de nuestras universidades Loyola y Comillas en diversos ámbitos: docente e investigador, de identidad y misión, de transformación digital, etc.”

Durante su intervención, ha desgranado los retos de las universidades de la Compañía de Jesús en el s. XXI. En este sentido, en primer lugar, ha asegurado que “todos los que trabajamos en las instituciones universitarias de la Compañía de Jesús estamos invitados a realizar nuestra tarea desde la caridad, una caridad que sea signo distintivo no solo del yo sino del nosotros en plural”.

Sobre este “nosotros” ha querido subrayar la conexión entre el buen trabajo que una universidad puede hacer para la sociedad y el que puede hacer si forma parte de una red. En este sentido, ha afirmado que “una red puede ciertamente multiplicar a una universidad; ahora bien, una red no debe nunca debilitar o disminuir el enorme potencial que encierra un centro de enseñanza superior de la Compañía de Jesús”.

Con el estudiante como centro y razón de ser de nuestras instituciones, el jesuita Enrique Sanz ha indicado que “el curso que hoy comienza pone delante de nosotros un importante reto que compartimos con otras universidades de la Compañía de Jesús en el mundo: trabajar para derrotar a la fragmentación, la superficialidad, la instrumentalidad, el populismo, la polarización y la posverdad. Un importante reto al que tendremos que responder con inteligencia, creatividad, generosidad, paciencia y resistencia en estos ámbitos: docente, de investigación, de emprendimiento e inserción laboral, y de formación integral. Ello es lo que ciertamente configura esa oferta formativa que queremos ofrecer a nuestros estudiantes del siglo XXI.”

 

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