Gratitud a las Esclavas de Cristo Rey por tanto bueno compartido.
La Madre Nancy Coromoto Alzuru, Superiora General de las Esclavas de Cristo Rey, ha comunicado al P. Enric Puiggròs la decisión de la congregación de abandonar en un futuro próximo las casas de ejercicios de Loyola y El Puerto de Santamaría. Eran sus últimas presencias en casas de ejercicios de la provincia, tras haber ido dejando, en las últimas décadas, otros lugares como Pedreña, Quinta Julieta o Celorio. La necesidad de reorganizar la actividad en la congregación y la necesaria selección de ministerios llevan a tomar esta decisión, que, aunque ya se preveía, siempre es dolorosa.
Las Esclavas de Cristo Rey llevan dirigiendo la casa de ejercicios de Loyola desde 1940 y la de El Puerto de Santa María desde 1969. Su trabajo ha sido ingente, su servicio generoso y ha hecho posible que ambos lugares hayan sido, durante este tiempo, no solo espacio de oración, sino también lugar de encuentro, de descanso interior y de fe viva para muchas generaciones de jesuitas, religiosos y religiosas y laicos en su búsqueda de Dios. El esfuerzo que han hecho en los últimos tiempos, donde ya las fuerzas van faltando, ha sido un verdadero testimonio de servicio humilde y evangélico, y la Compañía de Jesús no puede más que estar agradecida por todo lo que las hermanas han hecho en esta misión al servicio de la fe. Una labor imprescindible para el sostenimiento espiritual y material de la actividad en las casas de ejercicios, con la que han ayudado a tantas personas a adentrarse en el mundo de la espiritualidad ignaciana. Su huella en estas casas es imborrable y saben que en la Compañía de Jesús de España tienen un grupo de amigos en el Señor y las puertas abiertas siempre.
Así lo expresaba Enric Puiggròs en su respuesta a Nancy Coromoto: «...la acción de gracias, también en esta otra cara de la vida, es también pertinente. Damos gracias por todas las hermanas que habéis acompañado las múltiples personas y grupos durante los 83 años en Loyola y los 54 en El Puerto. No es retórico decir que se os echará de menos: encontrar rostros y personas acogedoras en los sitios hacen de las casas algo como un hogar. Gracias por haber hecho de vuestra presencia en estas casas un testimonio de fidelidad y de trabajo fiel y discreto.»
La transición se irá haciendo a lo largo de lo que queda de 2023. Ahora está por determinar cuál será el modelo de funcionamiento de ambas casas. Ya otras casas de ejercicios, en estos últimos años, han ido incorporando nuevas formas de gestión, y en el futuro próximo se verá cuál es el modelo que se aplica en el CEL de Loyola y en la casa de ejercicios la Inmaculada de El Puerto.