Publicado: Viernes, 15 Abril 2016

La alegría del amor, un documento de nuevo rumbo para la pastoral familiar

Nueva exhortación del papa Francisco: Amoris laetitia, La alegría del amor. Un documento muy esperado que no cambia la doctrina, pero sí la pastoral de la familia. Así lo presentaron ayer en la Conferencia Episcopal Española Carlos Osoro, arzobispo de Madrid y vicepresidente de la CEE; José Mª Gil Tamayo, secretario general de la CEE y los jesuitas Julio Luis Martínez, rector Universidad Pontificia Comillas y profesor de Teología Moral y Pablo Guerrero Rodríguez, profesor de Teología Pastoral en la Universidad Pontificia Comillas, además de representantes de otras dos universidad españolas. Entre todos desgranaron las características esenciales sobre las que se concibe el texto: una propuesta para las familias cristianas, que las estimule a valorar los dones del matrimonio y a sostener un amor fuerte y lleno de valores como la generosidad, el compromiso, la fidelidad o la paciencia. Nace como aliento a todos “para que sean signos de misericordia y cercanía allí donde la vida familiar no se realiza perfectamente o no se desarrolla con paz y gozo”.

Julio Luis Martínez ahondó en ella desde las perspectiva de la Teología Moral incidiendo en tres grandes temas presentes: la centralidad del discernimiento y la conciencia personal; el realismo con el que da importancia a lo concreto y lo cotidiano y la inclusividad de todas las situaciones personales y familiares. “No podemos separar entre puros e impuros, entre buenos y malos, y el Papa lo dice a lo largo de toda la exhortación de muchas maneras”. Insistió en que Francisco pone los pies en la tierra, para escuchar la realidad: “Es la humildad del realismo que ayuda a no presentar un ideal teológico del matrimonio demasiado abstracto, casi artificialmente construido y lejano a la situación concreta y a las posibilidades efectivas de las familias reales”.  En su intervención, apuntó la necesidad de los obispos y sacerdotes de armonizarse “porque es un documento de magisterio”. Una carta con cerca de 190 referencias a los textos del proceso sinodal iniciado en 2014, lo que da fe del trabajo intenso dedicado y el tiempo de reflexión empleado. Con todo consigue representar a toda la iglesia. Por eso, esta armonía con magisterio a la que son llamados los obispos y pastores, también va dirigida a los laicos: “Cuidar con amor la vida de las familias. Porque a todos atañe este cuidado. Toda la comunidad eclesial debe involucrarse…decía Pablo Guerrero.

En la carta el papa reconoce que “no queda un estereotipo de la familia ideal, sino un interpelante «collage» formado por tantas realidades diferentes, colmadas de gozos, dramas y sueños”, argumenta. Y a ellas trata de dar respuesta. De hecho, Pablo Guerrero,  con gran experiencia en el apoyo familiar y coautor del libro La familia a la luz de la misericordia (Sal Terrae 2015), destaca que el documento atesora una serie de sabios consejos y advertencias “que podrían ser suscritos por la inmensa mayoría de psicopedagogos, terapeutas de pareja y de asesores familiares que conozco”. Destaca varios como el rechazo expreso del Papa, sin paliativos, a la violencia, verbal física y sexual que se ejerce contra las mujeres también dentro del matrimonio; de que califica de falsedad, de forma de machismo, la opinión de quienes sostienen que muchas problemas actuales han ocurrido a partir de la emancipación de la mujer; señala cómo la ausencia (física, afectiva, cognitiva y espiritual) del padre marca severamente la vida familiar. Pero también señala que “decir presente no es lo mismo que decir controlador. Porque los padres controladores anulan a los hijos”; que nunca hay que terminar el día sin hacer las paces en la familia…En fin, La alegría del amor es todo un tratado dedicado a la familia al que el Grupo de Comunicación Loyola ha dedicado una edición especial con el sello Mensajero. 

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