
Razón y fe: Verano
El número de verano de Razón y Fe se centra en cuestiones directa o indirectamente relacionadas con la realidad eclesial: el reciente posicionamiento de Francisco frente a la mafia, la reflexión sobre cuestiones contemporáneas de moral y bioética, la relación de la Iglesia con el teólogo recientemente fallecido Hans Küng o el diálogo de la fe con la ciencia. Todas estas cuestiones tan diversas se abordan con el fin de iluminar la compleja y poliédrica realidad contemporánea desde una perspectiva muy particular: la del humanismo cristiano.
En el editorial recordamos un acontecimiento que, para muchos, ha pasado un tanto desapercibido y que, sin embargo, tiene repercusiones que pueden ir más allá de la vida interna de la Iglesia hasta alcanzar la esfera política internacional. El Papa Francisco ha mostrado de nuevo su liderazgo moral mediante la creación de un organismo en el Vaticano cuyo objetivo primordial va a ser la excomunión de la Mafia. Previamente, ya había desplegado su ascendente en cuestiones de tanta enjundia como la defensa de los inmigrantes norafricanos que, por centenares, permanecían hacinados en barcos varados en alta mar frente a las costas italianas; denunciaba así la negativa del Gobierno de Roma a hospedarles. Ahora, aborda una cuestión que, como la migratoria, incumbe al conjunto de la humanidad.
En continuidad con el editorial, en este número entrevistamos también a Juan Díez Nicolás, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, sobre la realidad de la mafia. En opinión del académico, el poder es sin duda la máxima compensación que se obtiene en las organizaciones mafiosas, pero inmediatamente aparecen los beneficios “colaterales” adjuntos al poder, como la riqueza material en sus múltiples acepciones. La mafia posee una estructura patriarcal, recuerda Díez Nicolás, donde la idea de ser una ‘nueva’ familia es absolutamente central, con lazos que se sellan con sangre en su ritual de iniciación.
A continuación, los primeros dos artículos del número reflexionan desde ángulos diferentes sobre una de las cuestiones que la pandemia ha planteado en toda su crudeza: el sentido del mal y el sufrimiento. Para ello recurren a la obra de dos autores alejados en el tiempo y con estilo distintos, pero interesados por cuestiones similares: Albert Camus y Gottfried Wilhelm Leibniz.
Los siguientes dos artículos también poseen una cierta relación temática, en la medida que abordan, desde una perspectiva cristiana, candentes cuestiones morales contemporáneas. Víctor Núñez Díaz titula su artículo “Pensamiento poliamoroso, terror monógamo: la defensa de la pareja tradicional desde coordenadas cristianas”. El cuarto artículo, de Joan Mesquida, “La Iglesia ante las controversias morales de hoy”, enmarca la reflexión anterior en un contexto más amplio.
En el quinto artículo de este número, “Hans Küng: legado y balance de una obra teológica”, el teólogo franciscano Lluís Oviedo afirma que el fallecimiento de Hans Küng ofrece una buena ocasión para revisar no sólo sus aportaciones, sino todo un periodo histórico, casi áureo, de la teología centroeuropea. Para Oviedo, conviene reconocer primero los estímulos que hemos recibido de ese programa teológico, y que sorprendentemente conectan con aspectos del magisterio del Papa Francisco, antes de revisar sus límites y ofrecer un balance. Küng invita a un ejercicio constante de empatía teológica y al mismo tiempo su obra nos recuerda los problemas que plantea toda teología liberal.
En el sexto y último artículo, centrado en el diálogo ciencia-religión, “Seis puertas abiertas en el muro de las Fronteras de la Ciencia, la Tecnología y la Religión”, Leandro Sequeiros y José Jesús Ferrari Márquez analizan el reciente ensayo del físico y matemático Brian Greene, Hasta el final del tiempo. Mente, materia y nuestra búsqueda de significado en un universo en evolución.
Por último, Razón y Fe reserva un espacio para la crítica literaria y cinematográfica, y sugiere múltiples lecturas en la sección de recensiones bibliográficas. Confiamos, como siempre, que este número de Razón y Fe te permita reflexionar sobre cuestiones que quizás no te habías parado a analizar. Esperamos también que este tiempo de verano sea, en medio de la pandemia que atravesamos, un tiempo de descanso y renovación.