
Sal Terrae: El suicidio
El suicidio es la gran epidemia del siglo XXI en el mundo occidental y constituye la primera causa de muerte no natural en España. Cada año se suicidan más de 3600 personas en nuestro país, unas 10 personas cada día, y por cada muerte, se calcula que hay 20 personas más que lo intentan. A raíz de la pandemia parece que el número ha aumentado de forma significativa, sobre todo, entre los adolescentes.
Sin embargo, el suicidio sigue siendo un tabú y, en gran medida, una realidad desconocida. Este desconocimiento, y la falta de recursos de las comunidades de referencia para detectar, prevenir o intervenir en las situaciones de riesgo y de acompañar a las víctimas, son factores que dificultan la lucha contra esta realidad.
Por ello, este número de la revista SAL TERRAE busca visibilizar la realidad del suicidio en los entornos pastorales y, sobre todo, ofrecer herramientas para conocer, prevenir y acompañar humana y espiritualmente a las víctimas y a sus familiares y amigos.
En primer lugar, Raquel Rogero Alonso, Javier Muñoz Moreno y Javier Jiménez Pietropaolo constatan el desconocimiento del numero real de suicidios que se producen en nuestro país y en el mundo, así como el todavía mayor número de intentos de suicido y de ideaciones suicidas. El desconocimiento de la verdadera realidad del suicidio dificulta la prevención tanto por parte de los familiares o personas relacionadas – médicos, pastoralistas, profesores, etc. – con quien concibe la idea del suicidio como por parte de las autoridades para diseñar una verdadera política preventiva.
Alejandro Rocamora Bonilla contempla la conducta suicida como un fenómeno complejo, prevenible y como un problema de salud pública. De forma práctica describe qué pueden hacer los familiares, los profesores, los pastoralistas, etc. en tres momentos del proceso de la vivencia suicida: antes de que aparezca la ideación suicida, cuando se está produciendo la vivencia suicida y, finalmente, en caso de que el suicidio se haya consumado.
Consuelo Santamaría Repiso aporta claves para acompañar el duelo por suicidio. Cuando un ser querido se quita la vida se produce en las personas cercanas un impacto que es difícil afrontar. Suele aparecer la culpa y surgen emociones que provocan un malestar y un sufrimiento insoportable. Acompañar este dolor un arte difícil, pues quien acompaña ha de saber manejar ambivalencias, desesperanzas, miedos, culpas y perdón, para ir recolocando al ser querido en un lugar del corazón donde habite la paz y la aceptación de la realidad.
Alberto Cano Arenas, S.J. y Luis Chiva San Román ofrecen una guía para ayudar a quienes escuchan, acompañan, acogen, predican, confiesan y consuelan a víctimas y supervivientes de este dolor. El respeto al misterio que palpita en lo profundo del ser humano, cuando el don de la vida se le vuelve insoportable, debería ser la piedra angular sobre la que apoyar las acciones de las personas cercanas. Desde la fe es posible abrirse a la esperanza definitiva en el Dios de la alianza, que no se desdice de la belleza eterna de aquellos a los que ha creado por amor.
Dentro de la serie de este año Fernando Donaire Martín, OCD, aborda la producción audiovisual realizada a lo largo del siglo XXI sobre el Camino de Santiago. En sus propuestas aparecen alguno de los siguientes elementos: el camino como telón de fondo para la vida, al camino como experiencia de superación personal o el propio camino de la fe.