Sal Terrae: Examen de la guerra de Ucrania
El 11 de abril de 1963, apenas seis meses después de la crisis de los misiles de Cuba, Juan XXIII publicaba Pacem in Terris, cuyo subtitulo nos recordaba que la paz entre todos los pueblos ha de fundarse en la verdad, la justicia, el amor y la libertad. La revista SAL TERRAE, cuando ya se ha cumplido con creces el primer año de la guerra en Ucrania, quiere ofrecer a sus lectores una reflexión sobre este sobrecogedor conflicto armado: la historia del mismo, los terribles e inhumanos efectos sobre la población, las consecuencias políticas y económicas… Pero esta reflexión no estaría completa, ni haría justicia al nombre de la revista, sin recordar la doctrina de la Iglesia sobre la guerra en general y el magisterio del papa Francisco sobre esta guerra en concreto.
Se solía decir que “en la guerra lo primero que se destruyen son los puentes”, tanto real como metafóricamente. Ojalá este número constituya un humilde grano de arena que nos conciencie y motive a trabajar por la paz, acoger a los que sufren a causa de las guerras, y a restaurar aquellos puentes destruidos, sean estos los que sean.
Emilio Saénz-Francés describe, con precisión histórica y belleza literaria, la historia de Ucrania. Una historia añeja, que se extiende más allá de un milenio, bajo ritmos de constante naturaleza dramática. Estas tierras orientales, de llanuras extensas, han sido de manera endémica el campo de batalla de grandes potencias. El autor nos ofrece un recorrido a través de los avatares sufridos por estas tierras y pueblos a lo largo de los siglos. En esa mirada, presta especial atención a algunos nombres propios que definen la historia de Ucrania, a los procesos de larga duración y, en concreto, a la compleja relación entre Ucrania, su cultura y Rusia. Evidentemente, la invasión de 2022 constituye un trágico e inevitable elemento de referencia.
Alberto Ares, S.J. pone de relieve que la guerra entre Rusia y Ucrania ha desplazado a millones de personas, constituyendo la mayor crisis humanitaria en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Esta guerra está produciendo cientos de miles de pérdidas humanas y mucho sufrimiento en las personas, tanto ucranianas como rusas. La aportación de este autor trata de centrarse en aquellos a los que afecta la guerra, con especial atención a los refugiados ucranianos: cuántos, qué perfiles, dónde han ido, qué necesidades tienen, qué secuelas padecen, cuántos han podido regresar… También se presenta la respuesta que la Iglesia en general y la Compañía de Jesús en particular han articulado ante esta emergencia.
Alberto Priego pone de relieve cómo la historia de Ucrania es una historia de lucha por mantener su independencia y su integridad territorial. La vecindad de Rusia le ha generado un sinfín de situaciones comprometidas cuyo último episodio estamos viviendo en la actualidad. Es innegable que Ucrania es la principal víctima de esta situación, pero el marco de un mundo globalizado hace que las consecuencias se extiendan por todos los países del orbe. El autor presenta con rigor las principales consecuencias que la invasión rusa de Ucrania ha generado para sus principales actores y para la Sociedad Internacional.
La sección dedicada a ESTUDIOS, se cierra con el artículo firmado por Julio L. Martínez, S.J. El autor, gran conocedor tanto de la teología moral como de la doctrina social de la Iglesia, busca en la tradición de la Iglesia las enseñanzas morales que en la historia han brotado para hacer frente a la guerra y perseguir la paz, don y tarea humana. Con claridad y rigor, nos muestra como la tradición de la “guerra justa” tiene tres hitos clásicos en san Agustín, santo Tomás y Francisco de Vitoria, y lo que ha sido su doble vertiente del ius ad bellum y el ius in bello hoy ha quedado reducido a la licitud moral de una guerra de legítima defensa, tal como por la parte ucraniana es la presente. Apunta posibles actualizaciones de la guerra justa a los conflictos mundiales contemporáneos. Su aportación incluye también un resumen del magisterio del papa Francisco sobre la guerra.
Siguiendo con nuestra serie de artículos dedicados a películas con mensaje humano y religioso, Fernando Millán, O. Carm. cierra este número de la revista. Nos presenta un interesante y sugerente análisis sobre la película El festín de Babette (1987) que, en su aparente sencillez argumental y fílmica, produjo desde su aparición una amplia gama de interpretaciones sobre todo en el ámbito de la teología. El banquete usado como metáfora de la gracia, del encuentro, del don total que transforma nuestras vidas, suscita cuestiones muy sugerentes en cuanto a una teología eucarística se refiere. El autor ofrece en este artículo cinco pistas para interpretar el filme en esta clave.