Publicado: Martes, 04 Julio 2023

Adiós emocionado y agradecido a la comunidad jesuita de Vigo

La comunidad educativa del Colegio Apóstol Santiago de Vigo despidió el pasado viernes, día 30 de junio, a la comunidad jesuita que allí se había establecido desde que el colegio llegó a la ciudad de Vigo, hace ya más de 100 años. Fue en un emotivo acto en el transcurso del claustro de final de curso, durante el cual se despidió con profundo cariño, inmensa admiración y eterno agradecimiento, a todos los jesuitas que en algún momento formaron parte de esta comunidad y, especialmente, a los que ahora nos dejan. Un espacio de reconocimiento y cariño hacia los últimos seis jesuitas
que han formado parte de esta última comunidad y que se cierra este verano. Se trata de los padres Manuel Mazón, Manuel Cabada, Ignacio Fernández, Fernando L. Combarros, Benito Santos y del Hermano José Bailón. Estos dos últimos permanecerán en Vigo, pero viviendo en la comunidad de sacerdotes que la diócesis tiene en el barrio de Teis.

Mazón y Cabada han sido destinados a la comunidad jesuita de A Coruña, Fernández a la del Natahoyo en Gijón, y Combarros, que también era el párroco de San Francisco Javier, tendrá su destino en Alcalá de Henares. Mazón, Cabada y Bailón, presentes en el claustro, tuvieron la oportunidad de compartir unas cariñosas palabras de agradecimiento hacia la comunidad educativa del colegio.
La jornada se completó con una eucaristía y un pincho en el frontón. A mayores, la comunidad jesuita tuvo un almuerzo de despedida con el obispo de Tui-Vigo, don Luis Quinteiro Fiuza.

Alberto Remeseiro, director del colegio Apóstol Santiago, agradeció la impagable labor de los jesuitas en este centro educativo y recordó que “este curso conmemoramos los 150 años de vida de nuestro colegio, y la providencia ha determinado que esta efeméride coincida con el anuncio del cierre de la comunidad permanente de jesuitas en Vigo. El colegio no se ha comprendido nunca a sí mismo sin la presencia de una comunidad jesuita que, si bien es cierto que ha ido viéndose disminuida en el día a día por motivo de edad evidentes, siempre ha constituido, testimoniado y atesorado el
alma de la espiritualidad y de la pedagogía ignaciana”. También hubo un recuerdo para los cientos de jesuitas que a lo largo de la historia han pasado por Vigo, “que se han anticipado a los signos de los tiempos y que con osadía y determinación han sabido adaptarse a los que Dios ha tenido a bien disponer en cada momento”.

La ciudad de Vigo no se concibe a sí misma sin la huella imborrable de la presencia jesuita en ella. No existiría, en modo alguno, nada que celebrar si los jesuitas no hubiesen considerado oportuno crear un colegio en 1872 en Galicia y trasladarlo a Vigo en 1916 para comenzar a escribir una de las páginas más relevantes de la historia educativa de la ciudad.

La lista de agradecimientos es inmensa, el legado de su presencia inabarcable, la importancia de su impacto en la formación religiosa, humana y personal de miles de vigueses y viguesas, incuestionable. En todos los ámbitos de la sociedad, no solo a nivel educativo sino también social, espiritual, cultural, económico e incluso lingüístico, el impacto de la presencia diaria y permanente de los jesuitas en Vigo es incomparable. 
Apenas una decena de instituciones en Vigo pueden estar a la altura histórica dibujada por la Compañía de Jesús en la ciudad más populosa de Galicia. La Compañía de Jesús no deja Vigo, ni los jesuitas abandonan Vigo. Es cierto que el cierre de la comunidad reconfigura presencias y formas de estar y acompañar. “Y es cierto que tendremos que ser audaces y, con fidelidad creativa, reimaginar la mejor manera de acompañar y dejarnos acompañar por los jesuitas que están destinados a la vida colegial. De hecho, este curso ha sido, desde hace varios años, en el que con más presencia de jesuitas hemos contado en el día a día del colegio, con Dani Cuesta sj y Fernando Gálligo sj, y seguimos trabajando de la mano de la Compañía de Jesús para optimizar esas presencias y hacerlas sostenibles y fecundas”, explicó el director del colegio Apóstol. 

La presencia de la Compañía de Jesús se sigue manteniendo viva, no solo en su colegio de Vigo sino también en las otras obras y misiones que los jesuitas tienen en la ciudad viguesa, como son Radio ECCA, la delegación de la ong Entreculturas, el Centro Loyola, o los grupos Mag+s.

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