Publicado: Martes, 01 Octubre 2019

Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado en Loiola

La respuesta a la invitación del Papa para celebrar la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, se ha reflejado en Loyola el pasado 29 de septiembre. Con el deseo de unir nuestras fuerzas a nivel de Gipuzkoa, hemos decidido hacer una celebración conjunta las siguientes organizaciones: “Pastoral de Inmigrantes de Gipuzkoa”, “Caritas de Gipuzkoa”, “Centro Loyola” del Santuario de Loyola, y la “Mesa Intercultural” de Loyola, en la que participan diferentes nacionalidades de inmigrantes.

El lema de la Jornada, “No se trata sólo de migrantes”, era toda una invitación a reflexionar sobre algo que no podemos olvidar: estamos hablando de una aventura común, frente a la “la cultura del descarte” y la “globalización de la indiferencia”,

Recién terminada la celebración de la Jornada, y todavía saboreando en nuestro interior los recuerdos de ese día espléndido que nos regaló el Dios común de todas las razas y pueblos, queremos compartir con vosotros todo lo vivido:

  • En primer lugar, aunque el número no sea lo principal, señalar el alcance de la respuesta a nivel de asistencia. Más de 600 personas han participado de la Jornada.
  • Como uno de los aspectos más importantes, el grado de implicación de todos los grupos, tanto en su preparación como en la puesta en práctica.
  • Fruto de ello es el sentimiento que nos llevamos todos de haber avivado en el interior el espíritu de cercanía, pertenencia familiar, valoración de las diferentes culturas y religiones, amistad, deseos de seguir aportando lo que se pueda, …

Aspectos a destacar del día:  

  • Las palabras que abrieron la Jornada, por parte de Nagore Alkorta (alcaldesa de Azpeitia), de Janire Igoa (en representación de la alcaldía deAzkoitia) y de Ignacio Echarte, como superior y representante de Loyola: palabras todas ellas de mensaje cercano, acogedor y agradecido respecto al mundo de los migrantes, y que fueron muy aplaudidas.
  • En segundo lugar, la sencilla oración interreligiosa: dos pequeños pero significativos textos del Corán y de la Biblia, leídos y brevemente comentados, expresando la gran misión de las dos grandes religiones, de construir un mundo de hermanos, en esa paz y unidad que son fruto del amor.
  • Otro momento importante fue el vivido en la Eucaristía de la abarrotada Basílica, presidida por Ignacio Echarte, a la que estaban invitados todos los que quisieran a asistir, con cantos y expresiones multiculturales que nos ayudaron a vivir intensamente el día desde una fe cristiana compartida.
  • A lo largo de toda la mañana, la explanada se llenó de vida con diferentes jaimas en las que cada nación y grupo ofrecía una degustación de variados productos de su tierra, junto a pequeños talleres de su especialización.
  • Simultáneamente, bailes típicos tanto del País Vasco como de diferentes nacionalidades, llenaron de música y colorido el ambiente.
  • A partir de las tres de la tarde, nos trasladamos al albergue de Loyola, para compartir una inmensa paellada. Nuevamente pudimos disfrutar de esa cercanía multicultural, en la que revivimos el milagro de los panes y los peces, entre la multitud de más de 600 comensales. Más música y más baile, para terminar con dos signos que cerraron la Jornada:
  • Lectura de un manifiesto: un gran corro que escuchó y aplaudió su mensaje, leído tanto en castellano como en euskera.
  • Plantación de un árbol en el jardín del Santuario, en el que dejamos prendidos de sus ramas los cuatro verbos y el nombre de todas las nacionalidades presentes.

Imposible agradecer suficientemente a tan gran número de colaboradores que, con su servicio desinteresado, permitieron que todo resultara tan bien y con tanto contenido humano y religioso. En concreto, nuestro agradecimiento a los ayuntamientos de Azpeitia y Azkoitia, por su disposición, las facilidades que nos han prestado, y por su presencia en los momentos más significativos de la Jornada. 

Días vividos con todo ese contenido familiar, contribuyen a soñar en un futuro mejor.

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