
Misión Almería sobre el incendio en el asentamiento de Níjar
Misión Almería se ha sumado al comunicado conjunto de varias instituciones de Iglesia en el que piden a los representantes gubernamentales que actúen tras el incendio ocurrido en la noche del 13 de febrero en el asentamiento de trabajadores del campo de Atochares en Níjar.
Este es el comunicado que comparten:
"El incendio no ha dejado ninguna víctima mortal, pero muchas personas han perdido su casa y sus pertenencias, quedándose sin amparo alguno. Son aproximadamente 200 personas las que han perdido todo en lo acaecido en la noche del sábado 13.
Caritas Almería, Las Hermanas Mercedarias de la Caridad, Proyecto Encuentro (Adoratrices y Oblatas), Misión Almería de la Compañía de Jesús y CONFER Almería, nos unimos para pedir una solución a las autoridades competentes para evitar que estas 200 personas duerman en la calle hasta que consigan alojamiento. De igual manera, solicitamos una acción conjunta a largo plazo que les garantice el acceso a una vivienda digna.
Desde la Iglesia, presente durante el suceso, queremos poner de manifiesto que no es un caso aislado, que esta situación no solo supone la pérdida de una casa sino que conlleva la pérdida de muchos años de trabajo y sacrificio, tal y como hemos podido escuchar en los testimonios de las personas y familias afectadas.
Las personas que viven en el asentamiento tienen perfiles diferentes: hay personas recién llegadas; familias que llevan años; y familias con niños. Muchos de ellos ya con permiso de residencia y trabajo. Sin embargo, todos ellos siguen encontrándose con la misma barrera para conseguir una vivienda en el núcleo de población, viéndose obligados a vivir en infraviviendas y asentamientos: sin las condiciones mínimas de habitabilidad y sin acceso a los recursos básicos, ni a formar parte de la vida del pueblo.
La respuesta de emergencia ha sido articulada por diferentes entidades que trabajamos en la zona y que hemos estado presentes en las jornadas posteriores al incidente. Sin embargo, la lección sobre solidaridad la han dado las personas que viven en el asentamiento, siendo ellas mismas los que han acogido a sus compañeros y compañeras afectados en sus casas.
Las instituciones de iglesia, reivindicamos el derecho de hombres, mujeres y niños a vivir en un lugar digno y accesible. Por ello es nuestra misión como sociedad, garantizar la igualdad de oportunidades y facilitar la convivencia, instando a las autoridades locales, provinciales, autonómicas y nacionales a no normalizar que haya personas que vivan en asentamientos y a que tomen cartas en el asunto, articulando una respuesta eficaz".