Educando lo invisible en PA Extremadura
La celebración de este Año Ignaciano nos ha ofrecido la posibilidad de un encuentro de reflexión para alumnado y para docentes en torno a la vivencia personal de nuestra vocación y de la manera de entender la conversión de Ignacio con su aplicación en nuestras obras. Para ello tuvimos la suerte de contar con el jesuita asturiano José García de Castro SJ que, desde el desarrollo de su obra Educar lo invisible, nos ofreció un espacio de revisión de nuestra misión a través del espíritu de Ignacio de Loyola.
En varias sesiones de trabajo, por un lado con los claustros de la Escuela Virgen de Guadalupe (Badajoz) y del Colegio San José de Villafranca de los Barros, así como con alumnado de los cursos superiores, el historiador jesuita y profesor de Comillas ha podido compartir sus reflexiones en modo formativo además de celebrar una Eucaristía y disfrutar de un espacio de encuentro con la comunidad de jesuitas residentes en Badajoz, que atienden a ambas obras educativas de la Compañía en Extremadura.
José García de Castro SJ buscó desde sus palabras tender puentes entre los Ejercicios Espirituales de Ignacio de Loyola y la inspiración que provocan en la labor docente de los colegios jesuitas. Nos invitó a abrirnos a la vida en clave de “ayuda” y a la luz del Evangelio, teniendo como herramienta de apoyo principal la experiencia que se deriva de los EE.EE.
A medida que iba avanzando en los “aprendizajes vitales” que refleja “Educar lo invisible”, nos llevó por un camino donde reconocer a cada alumno como criatura de Dios, animándonos a revisar nuestra mirada hacia nuestra vida para reflexionar y no perder la libertad que nos aleje de estereotipos. Puso el acento en la necesidad del examen personal que ayude a escuchar el eco de nuestros pasos, que nos permita analizar las vivencias, centrarnos en el momento, reconocer nuestros errores, buscar la reconciliación y gustar la sensación de sentirnos perdonados.
En el marco del Año Ignaciano que vivimos, José García de Castro SJ nos animó a buscar en nuestra vocación personal la fuerza para avanzar y potenciar el descubrimiento de la vocación en nuestro alumnado, para ayudarlos en el proceso que nos permita entender la vida bajo la mirada de Dios.