Cierre del curso y despedida de Quillo Cuartero SJ
El pasado día 9 de junio se celebró, en la Iglesia del colegio Portaceli de Sevilla, la eucaristía de fin de curso de las actividades del Centro Arrupe, presidida por el Director del Centro, el padre José Ignacio Vitón SJ, que concelebró con el padre Francisco Cuartero SJ.
La celebración, animada por las canciones del coro de la Iglesia,contó con la participación de representantes de todos los grupos presentes en el centro (Itinerarios de la Experiencia de Dios, CVX, Magis, Entreculturas, Claver) y otras personas que sin estar en grupos también se sienten parte del Centro Arrupe. Todos ellos se encargaron de las lecturas, las peticiones, las ofrendas... en un ambiente impregnado de un intenso y profundo agradecimiento por tanto bien recibido a lo largo de todo el curso. “Bienes en forma de encuentros con personas con las que hemos constituido comunidad; de conversaciones espirituales que nos han enseñado a tener experiencia de Dios; de grupos de jóvenes que buscan madurar en su fe; de participación en voluntariados, o de haber podido escuchar a quienes, desde su saber o experiencia, nos han hablado de cultura, de ciencia, de Dios” como expresaba la monición de entrada. O como se manifestaba al final de la celebración: “Gracias porque descubrir que Dios nos envía a trabajar por un mundo nuevo, mejor y más fraterno es una tarea apasionante que nos llama a la esperanza”.
La Eucaristía concluyó con unas emotivas palabras de despedida a Francisco Cuartero SJ, Quillo, quien, tras nueve años en Sevilla, partirá para su nuevo destino en Bilbao. Palabras llenas de reconocimiento y gratitud por su escucha atenta, su entrega generosa, su implicación y su trabajo en las muchas tareas que ha llevado a cabo durante su "etapa sevillana", deseándole que su nueva misión como Maestro de Novicios, siga dando muchos y buenos frutos con la ayuda del Señor. Tras estas palabras, todos los asistentes le dedicaron un largo, sentido y muy cariñoso aplauso.
Un agradecimiento que se hace extensivo, también, al coro y al equipo de voluntarios (del colegio y del Centro Arrupe) por el esfuerzo realizado en la organización de la celebración eucarística, así como del posterior piscolabis que se preparó para todos los asistentes.