Publicado: Viernes, 24 Junio 2022

Pensadoras con corazón culmina la I edición con la presentación del libro protagonizado por Etty Hillesum 

La primera edición del ciclo Pensadoras con corazón, organizada por el Centro Loyola en Bilbao, culminó este martes con la presentación del libro  Desenterrar a Dios. El proceso espiritual de Etty Hillesum. La autora Ana Martín Echagüe, teóloga y misionera, puso el broche de oro a un ciclo que comenzó en octubre y que una vez al mes ha brindado la oportunidad de conocer la vida de mujeres referentes para este siglo XXI. Ellas intentaron comprender, amar y actuar en el tiempo y frente a las dificultades que les tocó vivir. Sus reflexiones y sus acciones fueron marcando huellas, ofreciendo a la mujer de hoy nuevos caminos: Simone Weil, Dorothy Day, María Zambrano, Hannah Arendt, Joan Chittister y Edith Stein y para cerrar, Etty Hillesum, de la mano de quien ha escrito con tanta pasión y conocimiento sobre ella. La coordinadora del taller, Edith Ulloa, ya anunció un segundo ciclo a la vista de la gran acogida de este primero.

Unas 40 personas conocieron el proceso espiritual de Etty Hillesum ayer. A través del libro del sello Sal Terrae del Grupo de Comunicación Loyola, la autora se adentra en el alma de la joven judía holandesa que murió en el campo de concentración de Auschwitz en 1943. Su dinámica vital es para Ana Martín Echagüe de plena actualidad gracias a la espiritualidad de ojos abiertos.  Su diario de los años de reclusión es todo un hermoso legado espiritual y humano, pues el sentirse habitada le llevó a comprometerse con el amor de Dios en medio del horror de Auschwitz. Aquellas dificultades por las que atravesó desde lo más sencillo y cotidiano generan el diálogo de hoy. «Dios está presente, en toda vida, en el momento histórico que nos toca vivir, solo hay que aprender a desenterrarlo».

El taller, dinamizado por Ana Moreno, lleva el título de Pensadoras con corazón, como síntesis de una experiencia: las reflexiones en torno a estas mujeres no eran teóricas, sino que se nutrían de la realidad que vivían, tratando de responder a desafíos permanentes de la humanidad como son el sufrimiento, la pobreza o la injusticia. Ellas “pensaron sintiendo”. Vivieron intensamente, no se resignaron a vivir bajo los cánones que la sociedad les imponía y mantuvieron una actitud de apertura y búsqueda permanente en sus vidas. Entre las 25 participantes al taller ha llamado la atención el hecho de descubrir que, todas ellas, siguiendo itinerarios vitales diversos, experimentaron una presencia de Dios activa y real. «Su experiencia espiritual nos ha hecho conectar también con la nuestra propia, reconociendo, como en ellas, el paso de Dios en nuestra historia:  la vulnerabilidad encarnada de Simone Weil, la vivencia comunitaria de Dorothy Day, la profundidad de la razón poética de María Zambrano, la experiencia de un mundo habitado por Dios y la belleza de Joan Chittister, la convicción por el bien común y ser con los demás a través de la vida activa y política de Hannah Arendt y la inteligencia y resistencia de Edith Stein».

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