De Lleida a Alcarràs, pasando por Almería, Melilla y Nador
La parroquia de Sant Ignasi de Lleida se ha convertido, nuevamente por unos días, en un pequeño refugio acogedor de personas temporeras. Hasta trece personas de cinco nacionalidades diferentes han encontrado acogida gracias a una comunidad movilizada y en colaboración con diversas entidades.
Personas que realizan cada año un itinerario no siempre fácil para encontrar trabajo en la campaña de la fruta. Este camino, para muchas de ellas, empezó hace mucho tiempo, cuando dejaron atrás a sus familias y sus costumbres en busca de un lugar que les permitiera mejorar su vida y la de los suyos.
Durante una semana un pequeño grupo de Arrels Sant Ignasi han hecho este itinerario pero a la inversa. Desde Lleida, Roger Torres, jesuita y presidente de Arrels Sant Ignasi, nos traslada algunas de las impresiones y experiencias de este recorrido.
En Almería han podido conocer las condiciones de vida de las personas que trabajan en los invernaderos que cubren de la montaña al mar 31.000h. de plástico (más de dos veces la superficie de la ciudad de Barcelona). Viven, como nos describe Roger, en asentamientos de cabanitas hechas de palés y plásticos.
Desde Almería el grupo se ha desplazado a Melilla. "La estremecedora valla de alambre se alza amenazando acompañada de un discurso belicista que quiere criminalizar al inmigrante. En Nador hemos visto el estado de vida de las personas que están en tránsito y el acompañamiento que hace la Iglesia diocesana", explica Roger Torres. Antes de volver a Lleida, parada en Alcarràs, donde han podido conocer el trabajo y la vida de M. Dolores y Moussa.
"Dentro de este itinerario hemos descubierto pequeños lugares seguros, acompañados por unas pequeñas comunidades religiosas y por pequeños equipos de personas que tienen el denominador común de acompañar, servir y defender el derecho de las personas. En todos estos sitios hemos recibido una acogida cálida a través de unos rostros amables y espacios sencillos", destaca. Una experiencia que confirma y anima el compromiso y las acciones que Arrels Sant Ignasi, entidad del sector social de la Compañía de Jesús en Lleida lleva a cabo, junto con la parroquia de Sant Ignasi y otras entidades sociales de las comarcas de Lleida.
"Al terminar este viaje pensamos que nuestro pequeño refugio para personas temporeras forma parte de este mapa de lugares buenos para las personas que buscan hospitalidad en medio de un camino lleno de desprecio, racismo y violaciones. Y aunque parezca pequeño e insignificante, el pequeño refugio temporal se convierte en un hogar por unos días. Acoger, acompañar y defender los derechos de las personas nos lleva nuevamente a denunciar y reclamar que no podemos seguir siendo una sociedad que permite que sus trabajadores duerman en la calle".