Publicado: Martes, 18 Octubre 2022

Frontera Sur: experiencia de sentido para jóvenes en Ceuta

Unos cincuenta estudiantes de segundo de bachillerato de varios centros de la red Jesuïtes Educació han viajado a Ceuta este mes de octubre para conocer de cerca las diferentes realidades que se viven en la zona de frontera con Marruecos.

El fenómeno migratorio ha ido generando sociedades plurales y diversas. Este contexto nos anima a impulsar en nuestras escuelas la cultura de la hospitalidad, que trabajamos con el alumnado desde el llamado "Escenario Frontera Sur", experiencias de sentido organizadas para el alumnado de segundo de Bachillerato, que de forma voluntaria puede apuntarse.

En esta ocasión la experiencia tuvo lugar entre los días 2 y 7 de octubre, con un total de 51 alumnos y 6 miembros del equipo docente de las escuelas implicadas. Todos ellos viajaron a Ceuta para conocer en primera persona y desde todos los puntos de vista posible la situación de las personas migrantes. Salieron a encontrar la realidad, después de haberse aproximado a ella desde el aula.

Es la culminación de un proyecto de largo recorrido en las escuelas, en el que el alumnado se aproxima a la realidad de la migración desde la etapa de primaria, siempre de forma coherente con su momento de aprendizaje .

Primeras impresiones en Ceuta

El alumnado se encontró con una región muy militarizada y marcada por la frontera, tanto por la valla que la separa de Marruecos como por el mar Mediterráneo que la separa de Europa, donde anualmente mueren muchas personas que buscan un futuro mejor. Allí pudieron tener un tiempo de reflexión y homenaje a todas esas personas.

Rápidamente tomaron conciencia de que "la realidad que iban a conocer no era de buenos y malos. La realidad siempre es compleja, y es necesario hacer el esfuerzo de conocer todos los puntos de vista de sus protagonistas", según explica Guillem Fàbregas, uno de los educadores que acompañó al alumnado.

Las diferentes realidades de la migración

Se sumergieron en la ciudad, divididos en pequeños grupos para descubrir a la gente que habita Ceuta: militares, funcionarios, jóvenes estudiantes... Cada uno de ellos con su punto de vista sobre la realidad de la migración. Uno de los momentos más sobrecogedores fue, sin duda, el encuentro con jóvenes migrantes en el CETI, el centro de internamiento donde esperan poder regularizar su situación. Algunos de ellos están allí después de realizar viajes largos, de hasta 3 años, y saltar la valla o bien nadar largas distancias hasta la costa. Les chocó especialmente el caso de un chico sirio, que tuvo que dejar atrás a familia y país cuando tenía la misma edad que nuestro alumnado, después de vivir la guerra.

Al día siguiente de la vuelta a Cataluña el grupo cerró la experiencia en la sede de Migra Studium, en Barcelona, entidad de la Compañía de Jesús que se dedica al acompañamiento de jóvenes migrantes una vez en nuestro país. Descubrieron que la realidad vivida en Ceuta no nos es tan lejana: estos jóvenes, cruzada la frontera sur, todavía tienen muchas dificultades por vencer.

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