Publicado: Viernes, 16 Diciembre 2022

Suena el órgano barroco en Valladolid en homenaje a Ángel de la Lama

Organistas, historiadores y amantes de la música han dedicado este fin de semana un sentido homenaje al legado académico, pedagógico, patrimonial y humano del jesuita Jesús Ángel de la Lama, fallecido el pasado mes de agosto en Villagarcía de Campos. La Asociación Cultural Organaria de Castilla y León, el Aula de Música de la Universidad de Valladolid, la Asociación Manuel Marín de Amigos del Órgano de Valladolid, la Asociación del Órgano Hispano de carácter nacional, la Asociación para la Conservación de los Órganos de Cantabria y el Arzobispado de Valladolid, entre otras, han dedicado un programa exclusivo para poner en  valor la enorme aportación del ilustre y querido jesuita lebaniego: dos conciertos de órgano, uno en la Catedral, el viernes, y un segundo concierto a dos órganos en el Monasterio de las Huelgas, el sábado por la tarde.

Además de los conciertos, las asociaciones organizadoras del homenaje analizaron la figura de Jesús Ángel de la Lama SJ en la mesa redonda integrada por María Antonia Virgili, catedrática de Musicología de la UVA; Federico Acítores, organero de Palencia; David Largo profesor de órgano en Segovia y Enrique Campuzano, presidente de la AOH (Asociación de Órgano Hispano). De entre toda su obra destacaron, en primer lugar, su valor académico, por considerarse una obra de referencia para estudiosos, historiadores y académicos. Destacaron también el valor pedagógico de su trayectoria puesto que instauró cursos de órgano barroco con una solidez de más de 40 años. Medina de Rioseco, Olmedo, La Seca…y otros municipios donde fue suscitando amor por la música organística. También hablaron del valor de su trabajo para Castilla y León en cuanto que fue capaz de despertar interés por conservar, recuperar y restaurar piezas históricas de gran valor patrimonial. Con su entusiasmo por este instrumento y su música, en una comunidad con cientos de piezas de valor incalculable, fue nutriendo todo un movimiento en torno al órgano barroco que contaba con sus sabios conocimientos, con la interpretación organística de Lucía Riaño y con la fabricación y restauración de viejas piezas por parte del organero Federico Acítores.

Todo este trabajo es hoy un legado del que todos coincidieron que hay que conservar y poner en valor para las futuras generaciones de organeros y organistas. Con gratitud hablaron de labor callada como jesuita austero al servicio de la Compañía de Jesús que sin abandonar su vocación pastoral de párroco en pueblos de Tierras de Campos supo compaginar generosamente con su trabajo académico dedicado al órgano barroco.

ver +