Primer retiro ESADE+
Del 24 al 26 de febrero tuvo lugar el primer retiro ESADE+ en el que participaron 10 estudiantes universitarios. Se realizó en la casa de la Sagrada Familia de Rubí, con la intención de hacer un retiro espiritual en la naturaleza.
Acudieron alumnos de diversos cursos y titulaciones, y desde el primer momento se creó un ambiente extraordinario que acompañó al grupo todo el fin de semana.
El retiro fue dirigido por Pep Mària SJ y Alberto Núñez SJ, con la colaboración de Jaume Maranges, director del ESADE SUD (Servicio Universitario para el Desarrollo). Se estructuró en puntos de oración basados en la espiritualidad ignaciana y momentos de compartir y celebrar.
Los estudiantes han valorado positivamente la experiencia. Robert, alumno de primero, destaca que "me ha servido para conocerme a mí mismo y empezar a discernir sobre a qué me llama Jesús y cuál es mi vocación". Agradece también la oportunidad de contar con un espacio como este: "en una sociedad donde la práctica religiosa está en un segundo plano, me ha ayudado a tener una mayor presencia de Jesús y a intentar mantenerla todo el día. Ha sido un gran acicate para mi fe y he aprendido a hablarle a Jesús y a entender su forma de hablarnos. Sin duda los métodos de oración ignacianos son de gran utilidad para profundizar en nuestra fe y nuestra relación más personal con el Señor. Además, al compartir he aprendido a escuchar a los demás y a aprender de su testimonio“.
En la misma línea se expresan Tamirís e Irene, estudiantes de tercero, que aseguran que "tuvimos la oportunidad de vivir grandes momentos inolvidables donde Dios estuvo presente". Para ellas ha sido muy importante poder compartir la experiencia con el resto de participantes, así como el vínculo creado en el grupo: "habían tiempos de silencio y reflexión individual pero también espacios de compartir. En esos momentos, poníamos en común lo que habíamos sentido y pensando durante la reflexión. Aprendimos mucho de los demás y cada uno expresaba sus pensamientos libremente. En resumen, fueron unos días de desconexión total donde todos formamos un gran grupo y nos llevamos amigos para siempre”.
Para los organizadores, el éxito de la primera edición de esta experiencia anima a repetirla en futuros años.