La solidaridad con la infancia refugiada iluminó las calles de Pamplona

El domingo 22 de octubre se celebró en Pamplona la jornada solidaria en apoyo a las niñas y niños que se encuentran en situación de refugio y, en concreto, a la comunidad burundesa refugiada desde 2015 en Tanzania; comunidad que acompaña el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR). 346 niños y niñas acuden al centro de educación preescolar Tushirikianeel en el campo de Nduta. Ahí se ofrece un espacio seguro para jugar a 800 niños y niñas más.

La jornada, organizada por el Colegio San Ignacio, el Centro Loyola de Pamplona y Alboan, arrancó a las 11 con una Eucaristía, a la que siguieron actividades deportivas y lúdicas en las instalaciones del Colegio San Ignacio y una marcha solidaria que recorrió el Segundo Ensanche de la capital navarra. Al término de la misma, unas 400 personas compartieron una comida popular en el frontón del centro educativo.

Se trata de una fiesta solidaria bien asentada en el calendario de la ciudad, dado que, con ésta, ya son 26 ediciones de marchas solidarias del Colegio San Ignacio, y 6 años en los que se viene realizando la comida popular.

En esta ocasión los fondos irán destinados a los campos de refugiados de Tanzania donde vive un gran número de niños y niñas que presentan algún tipo de discapacidad física o mental. Allí, el Servicio Jesuita a Refugiados y Alboan les ofrecen equipamientos idóneos para facilitar su aprendizaje (gafas, aparatos acústicos y sillas de ruedas, entre otros), forma al profesorado en capacidades pedagógicas y sensibiliza a la comunidad sobre los derechos de las personas con necesidades especiales.