
Las obras del nuevo Centro Arrupe en Sevilla permitirán reagrupar las obras jesuitas en la ciudad
Durante los próximos nueve meses se acometerán en Sevilla las obras proyectadas por la Compañía de Jesús para la ampliación y rehabilitación del Centro Arrupe. El objetivo es actualizar y potenciar su labor apostólica en la ciudad de Sevilla, en torno a la comunidad de Portaceli, donde también está presente la actividad ya consolidada del Colegio Inmaculado Corazón de María (Portaceli) y de la Iglesia de Portaceli. Con esta actuación, además, se destinará el actual edificio a concentrar la presencia de los equipos de las direcciones generales de las Fundaciones educativas del Sur (Fundación Loyola y Fundación SAFA) actualmente fuera de este entorno.
La propuesta trata de articular, visibilizar y favorecer la presencia de los distintos ámbitos de misión de la Compañía de Jesús relacionados con el servicio de la fe, la labor educativa, la pastoral juvenil, el diálogo fe-cultura, el apostolado social, así como la gestión de las fundaciones educativas. Ámbitos de misión que estarán presentes en este núcleo en la Avenida de Eduardo Dato articulador de la presencia de la Compañía de Jesús en Sevilla.
El proyecto se ordena en torno a la Plaza Arrupe. Esta nueva plaza brindará la oportunidad de nuevos espacios conectados en un nuevo edificio para las actividades de pastoral de distintos grupos de fe, pastoral juvenil ignaciana (MAG+S), actividades de instituciones del sector social (Asociación Claver-Servicio Jesuita Migrante, Fundación Entreculturas y ECCA Social) y las actividades propias de un centro fe- cultura. Todo ello entorno a doce salas de pastoral, cinco salas de acompañamiento, oficinas para las instituciones y la dirección del centro, una gran sala de estudio para jóvenes universitarios, una gran sala polivalente, sala de estar con office, espacios de encuentro ya sea interiores como en zonas ajardinadas exteriores acondicionadas para ello.
La articulación del nuevo espacio y del nuevo edificio se sueña en torno a la idea de intercambio, de provocar el encuentro de una forma espontánea, ya sea desde el acompañamiento personal, de los lugares para reuniones, de los lugares de trabajo en equipo y de los lugares para la investigación y el estudio; todo ello pensando en facilitar la transversalidad de las preferencias apostólicas universales de la Compañía de Jesús.