
Semana Ubuntu en Nador: “Yo soy porque tú eres”
El mes de Ramadán trajo este año una novedad importante a nuestro Centro Baraka de Nador: la Academia de Líderes Ubuntu, que tuvo lugar durante la primera semana del mes del ayuno. Esta valiosa oportunidad de formación nos fue ofrecida por tres excelentes animadores: Ángel Serrano, de la Fundación Tomillo (Madrid), y Rui Marques y Tcherno Amadú, del Instituto Padre António Vieira de Lisboa.
La propuesta de Ubuntu se basa en tres dimensiones esenciales (liderazgo de servicio, construcción de puentes, ética del cuidado) y en los llamados “cinco pilares”: autoconocimiento, autoconfianza, resiliencia, empatía y servicio. Utiliza un método dinámico, interactivo, que presta especial atención al aspecto experiencial y relacional (“Yo soy porque tú eres”), y se inspira en modelos de referencia mundiales en el liderazgo de servicio, como Nelson Mandela o Martin Luther King, así como en líderes de la comunidad local.
Lo más interesante fue el hecho de que todo el equipo del centro (unas 25 personas) participase. Para ello, durante esa semana se suprimieron las clases y cualquier otra actividad, de manera que todo el personal (profesores, equipo directivo, administración, servicios) pudiera estar presente en todas las sesiones, que se desarrollaban a lo largo de seis horas diarias. A través de diversas dinámicas, proyecciones audiovisuales, testimonios, tiempos de reflexión personal y momentos de compartir (en grupos pequeños o en el grupo grande), fuimos profundizando en nuestras propias actitudes, valores, anhelos, dificultades… y también en nuestros modos de relacionarnos con los demás y de funcionar en equipo.
Desde Nador dan las gracias muy sinceramente a la Fundación Tomillo y al Instituto Padre António Vieira, y en especial a Ángel, Rui y Tcherno, por su cercanía, disponibilidad y buen hacer. La semana Ubuntu ha ayudado a todos a potenciar las capacidades, a avanzar en conocimiento de ellos mismos y de los demás, y a crecer como equipo al servicio de una misión: la formación y la inserción sociolaboral de los jóvenes y las mujeres en situación vulnerable en el contexto de Nador. Ojalá en el futuro otras experiencias semejantes ayuden a continuar este camino de crecimiento personal y comunitario.