Publicado: Jueves, 30 Mayo 2024

El misionero jesuita en Japón, Alberto Alvarez, cumple 100 años

(Informa: Odisur) «Me siento verdaderamente honrado de que haya logrado una larga vida de 100 años». Son las palabras que el primer ministro japonés, Fumio Kishida, envió al jesuita malagueño Alberto Álvarez el pasado 21 de marzo con ocasión de su cumpleaños numero 100. Este religioso, que fue secretario del padre Arrupe y a quien el papa Francisco en persona visitó en 2019 en su residencia en Tokio, recuerda con nostalgia su Málaga natal, el lugar donde se encontró cara a cara con el Señor, su Galilea.

La vocación a la vida consagrada de Aruvaresu (adaptación al japonés de su nombre) le llegó en la capital malagueña, concretamente en la iglesia de los jesuitas de Calle Compañía, como él mismo relata: «Yo era el menos católico de mis siete hermanos. De niños habíamos sido congregantes de los Luises, pero yo era el menos fervoroso. Nunca se me había ocurrido ser sacerdote, ni jesuita, ni misionero. Ya tenía novia pero, al terminar el Bachillerato, a los 18 años, me convertí estando en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús de Málaga. De pronto, el Señor me hizo vivir algo especial, mistico. De repente, dentro de esa iglesia, recibí la vocación de jesuita y de misionero. Así que, enseguida, ingresé en el noviciado de la Compañía de Jesús de Cádiz. Desde allí, le escribí al padre general de Roma para decirle que yo quería ser misionero del Japón al terminar la filosofía y así lo hizo. Me mandó a esta tierra donde ya llevo 74 años». Más información en este enlace

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