Todavía sin cartas de navegación pero urgencia de actuar para la paz
El colapso, derribo o al menos reconfiguración del orden internacional nacido de la segunda guerra mundial hace inútiles las cartas de navegación que nos servían hasta ahora y para las que todavía no tenemos sustitución. El Seminario de Investigación para la Paz de Zaragoza ha dedicado todo el año 2023 a encontrar un diagnóstico de esta situación y sugerir algunas recomendaciones para la emergencia. Este trabajo colectivo se ha reunido en el volumen “Nuevo tiempo de actuar para la paz”, Zaragoza 2024, 430 págs., que acaba de ser presentado a debate en el Centro Pignatelli.
El profesor y analista Jesús Núñez, en una intervención central, sintetizó la situación anómala en que nos encontramos. No tenemos nuevas cartas de navegación ni cabe esperar, obsoletas las que teníamos después de la segunda guerra mundial,. Asombra que, diseñados los rasgos de la nueva situación se quiera aplicar un remedio que no ha dado resultado hasta ahora para neutralizar ninguna amenaza. Es una locura hacer una y otra y otra vez lo mismo, y esperar resultados diferentes. Aumentar los gastos militares pareciera la fe en que más armas significaría más seguridad cuando no ha sido así nunca. La preocupación por la seguridad del estado, aun necesaria, no significa la seguridad humana, cuya carencia constituye siempre la causa estructural de las guerras. Sin seguridad compartida no hay seguridad, advirtió Olof Palme.
La directora de la Fundación SIP, María Jesús Luna, sobre este escenario y las emociones que provoca, presentó las siete propuestas que el volumen propone y que los diversos capítulos justifican: recuperar la dignidad de la persona y el diálogo; avanzar en la seguridad humana; discernir la globalización en relación con la democracia; desaprender las viejas y nuevas violencias; conseguir avances en el régimen de desarme ante nuevas tecnología; atender a la nueva visión geopolítica; y proyectar una nueva y adecuada cultura de paz.
Intervinieron después en representación de las instituciones aragonesas: Jorge Emperador, por el Gobierno, y Gerardo Oliván, por las Cortes de Aragón, que compartieron la necesidad de resiliencia a emociones negativas paralizantes, y de nueva imaginación para la paz, y ofrecieron su colaboración.
La sesión fue seguida presencialmente por 75 personas y además 160 online
Puede encontrarse en Youtube Fundación SIP AQUI