Ecoejercicios de Celorio
La séptima edición de los ecoejercicios de Celorio -del 25 al 31 de agosto- ha congregado a 29 personas en esta experiencia que conecta el Cuidado de la Casa Común con los ejercicios espirituales y la espiritualidad ignaciana. José Ignacio García y Félix Revilla han guiado un grupo integrado por siete jesuitas, un sacerdote y 22 laicos y laicas procedentes de Cataluña, Castilla y León, Madrid, Andalucía, Canarias, Navarra, Holanda y La Mancha. La casa de Celorio es ya un punto clave para la celebración de esta actividad conectada con la IV Preferencia Apostólica. Como el espacio de Ecología y Acogida Ana Leal, Valladolid, Celorio posee unas características inspiradoras para conectar la Laudato Si´con los ejercicios espirituales de San Ignacio y palpar la belleza de la Creación en cada mirada, en cada paseo, en cada contemplación del mar, del monte, como explica Félix Revilla en este reportaje de Mensajero.
Esta experiencia busca que aquellas personas que la hagan se abran a la acción de Dios en sus vidas y su realidad concreta a una conversión ecológica. Una transformación. Ya la han experimentado unas 150 personas en estos años. Para muchos de los ejercitantes significa una oportunidad única y especial que les impacta de manera potente. No hay tantas oportunidades de hacer unos días de retiro espiritual abiertos a todas las personas, sin necesidad de una pertenencia previa a grupos concretos. Por eso, tal vez, la viven con un agradecimiento grande. En esta edición, además, han venido jesuitas acompañados de laicos y laicas, algo muy positivo para la experiencia y para el seguimiento posterior en los lugares de origen.
Son cinco días y medio de encuentro con el Señor y un tiempo para preguntarse cuál debería ser el camino cristiano de cada uno en estos tiempos. El equipo coordinador ha ido nutriendo de materiales para vivir la experiencia. En esta edición ha integrado los materiales que se trabajan en el nuevo curso Ejercicios Espirituales y Conversión Ecológica y los Ecoejercicios on-line impartidos a través del Centro de Espiritualidad de Salamanca. Estos ejercicios espirituales siguen un ritmo propio que brinda en una semana la vivencia de un mes. El penúltimo día experimentaron el desierto y el camino emulando una jornada apostólica de Jesús. Salieron en soledad desde Celorio hasta la parroquia de Naves donde celebraron la misa en la parroquia del pueblo.