
Medio siglo del traslado del Seminario Pontificio
El pasado viernes 24 de enero tuvo lugar un Acto de recuerdo y agradecimiento con ocasión de los 50 años del traslado del Seminario Pontificio de Comillas, desde la antigua sede a orillas del Cantábrico, a lo que es hoy el Colegio Mayor-Seminario Pontificio Comillas en Cantoblanco. La celebración reunió a antiguos alumnos, jesuitas que trabajaron en el Colegio Mayor en estos años, jesuitas de la residencia de profesores, personal de administración y servicios de la Universidad, residentes, formadores y personal de servicio del actual Colegio Mayor-Seminario.
Entre los asistentes, estuvieron el rector de la Universidad, el vicerrector de Alumnos-Alumni e Identidad y Misión, el decano de Teología y el vicedecano de Derecho Canónico. Estuvieron también el vicario episcopal de la Vicaría VIII de Madrid y el Rector del Seminario Metropolitano de la diócesis madrileña. El acto comenzó con una mesa redonda compuesta por José María Fernández-Martos que fue director del Colegio Mayor (1999 -2011) y Ángel Cordovilla profesor de la facultad de teología, residente en el centro durante el curso 2003-2004. El actual director, Pedro Mendoza, presentó a los dos invitados. Prosiguió la celebración con una eucaristía presidida por el Rector y una cena en la cafetería de Cantoblanco.
El acto ayudó a recordar que la Universidad Pontificia Comillas nace en 1890 como culminación del sueño de un jesuita, el P. Tomás Gómez y la generosidad del Marqués de Comillas, que unieron sus fuerzas en la construcción de un Seminario para pobres a orillas del Cantábrico, para chicos españoles, latinoamericanos y de Filipinas, con pocos recursos, pero con capacidad personal y con vocación sacerdotal, que nos recuerda tanto el juntar virtud y letras. Con el paso del tiempo la intuición carismática y la exigencia académica y formativa se fue consolidando en una institución con estudios de rango universitario.
Poco a poco, los signos de los tiempos hicieron necesario el traslado de la universidad desde Comillas a Madrid. Con ello se abría la universidad a alumnos laicos y a estudios no eclesiásticos. Junto a las facultades de filosofía, teología y derecho canónico, el Seminario Pontificio también se traslada. En 1967 llegan algunos seminaristas a la antigua Casa de Ejercicios del Colegio Nuestra Señora del Recuerdo. Un año más tarde se trasladan los seminaristas de teología a un piso alquilado en la calle Écija de Madrid, hasta que el 11 de octubre de 1974 llegan al edificio en el que está ubicado actualmente el Colegio Mayor-Seminario Pontificio.
A día de hoy, el conocido como Colegio Mayor Comillas sigue recordando la misión original de la Universidad Comillas, una misión al servicio de la Iglesia universal para formar candidatos al sacerdocio, fieles a estos signos de los tiempos tan cambiantes, ayudados por la espiritualidad ignaciana y al servicio de la comunidad. Parte esencial de esta misión es ayudar a las necesidades de aquellas diócesis hermanas con más dificultades. En estos momentos el Colegio Mayor-Seminario lo forman 20 residentes de 12 países distintos, diez seminaristas que realizan estudios de bachillerato en teología y diez sacerdotes con estudios de licenciatura en teología o estudios de doctorado. Viviendo con los residentes hay una pequeña comunidad de jesuitas que forman el equipo formativo que acompaña a los seminaristas y sacerdotes y que este año lo componen José Manuel Palacios, Luis María García Domínguez y Pedro Mendoza.