
Iniciativa Mujeres e Iglesia promueve reflexión sobre la esperanza
Luz, herida y promesa: tres imágenes poderosas que guiaron la reflexión de Amparo Navarro en la conferencia ‘Alentar la historia desde el centro para construir caminos de esperanza’. Organizada por la iniciativa Mujeres e Iglesia en el Centro Arrupe Valencia, esta actividad exploró cómo la esperanza puede surgir incluso en los contextos más difíciles, invitándonos a construir caminos de esperanza.
La luz, explicó Navarro, representa la chispa divina que reside en cada ser humano y que nos impulsa a buscar el bien y la verdad. La herida, por su parte, nos recuerda que la vida está marcada por el dolor y el sufrimiento, pero que estas experiencias pueden ser transformadoras y dar lugar a nuevas formas de esperanza. Y la promesa, finalmente, nos invita a confiar en que un futuro mejor es posible, a pesar de las dificultades del presente.
La conferencia también abordó la manifestación de la esperanza en situaciones de violencia y conflicto en diversas partes del mundo, como Gaza, Ucrania y Siria. Navarro destacó la importancia de reconocer la luz en medio de la oscuridad y cómo las heridas pueden ser el origen de nuevas formas de esperanza, incluso en los contextos más desafiantes.
Además, se exploró cómo la espiritualidad y la conexión con lo divino pueden manifestarse en diversas culturas y tradiciones, enriqueciendo nuestra comprensión de la esperanza y su papel en la vida humana. Se compartieron ejemplos de personas de diferentes contextos que viven su fe de maneras únicas, mostrando la diversidad de expresiones de la espiritualidad en el mundo.
La conferencia concluyó con una reflexión sobre cómo la esperanza cristiana, fundamentada en el amor de Dios, puede ser una fuerza transformadora en el mundo actual. Navarro enfatizó que la esperanza no es solo un sentimiento pasivo, sino una actitud activa que nos impulsa a comprometernos con la construcción de un mundo más justo y fraterno.