Seguridad y defensa de la Unión Europea en el SIP
El Seminario de Investigación para la Paz se propuso en el año 2025 repensar Europa en un momento en que el cambio geopolítico parece zarandear lo conseguido y crecer en el anti europeísmo. La Unión Europea según algunos resulta inútil para afrontar los grandes conflictos simbolizados en Ucrania y Gaza, e incluso peligrosa para quienes consideran que es una superestructura que impide la identidad de las naciones y su capacidad.
En un clima de miedo parece que Europa, y el mundo, está pasando de la cooperación como instrumento de convivencia ante los grandes desafíos a una nueva confrontación propia de la Guerra Fría que se creía ya superada y que resurge bajo el liderazgo de Trump y de Putin, adverso pero complementario.
Por ello ahora en la Unión Europea un tema candente es el diseño de una estrategia de seguridad y defensa del que ahora carece y la inversión que eso supone. Falta un debate sereno y honesto.
La sesión de septiembre fue moderada por la profesora Lourdes Diego, Vicerrectora de Estudiantes y Extensión Universitaria de la Universidad San Jorge. Tuvo como ponentes principales a dos reconocidos expertos. Participaron 70 personas.
El Capitán de Navío Abel Romero Junquera, analista del Instituto Español de Estudios Estratégicos, no sólo estudioso sino con una amplia experiencia en escenarios internacionales, se preguntó si la seguridad y la defensa en la Unión Europea son un reto o una necesidad. Y argumentó que es primero una necesidad y después se convierte en un reto. Para argumentarlo hizo una documentada exposición de un tránsito de escenarios, del prácticamente unipolar que se originó al final de la Guerra Fría, al que en los últimos años se ha configurado acelerado por Trump y Putin, con la ruptura del multilateralismo, la inobservancia de las normas internacionales y el retroceso en los acuerdos. En este nuevo escenario en que ambos reclaman un liderazgo, se hace necesario repensar las diversas opciones en seguridad y defensa que mantiene la Unión Europea, a la que falta no sólo estructura conjunta sino cultura estratégica propia, fragmentada como está en las 27 naciones miembros, cuya mayoría por otra parte son miembros de la OTAN. El inmovilismo para responder en este nuevo escenario llevaría a aceptar la ley del más fuerte. El ponente señaló y valoró las posibilidades existentes en la combinación de la UE, la OTAN y la nueva realidad.
El investigador y analista Mariano Aguirre abordó el futuro de la OTAN en la estrategia europea y su papel en la paz del mundo. Insistió en que debemos saber qué entendemos por seguridad y qué por defensa. La seguridad humana hace necesario un replanteamiento que va más allá del exclusivamente militar centrado sobre todo en la defensa de los territorios. Aunque fuera necesario aumentar gastos de defensa ¿es lúcido desatender otros nichos de la seguridad como la diplomacia, la cooperación en el desarrollo, y sobre todo mantener el diálogo permanente en cualquier situación? ¿Son sólo los territorios o más bien los valores comunes como los derechos humanos y el estado de bienestar los que pueden unir a Europa en la defensa? ¿Cómo ha sido tan diferente la reacción de Europa ante Ucrania y Gaza?
A las ponencias en la primera parte de la sesión del viernes siguió el sábado varias horas de debate en círculo reducido, en que además se profundizó el problema del poderoso complejo militar industrial que, aunque es creado apelando a la necesidad de defensa, luego actúa con autonomía en la lógica del máximo beneficio. El mercado de la industria de armas es la guerra, sea activa o para disuasión. Pero el componente principal de la seguridad es la confianza que parece incompatible con una carrera de armamentos basada en el miedo. Por otra parte valorar amenazas exteriores a Europa no permite ser ciegos al adversario interior muy potente, que busca reemplazar los valores de la UE utilizando sus mismas estructuras. Putin pueda ser un iceberg de la amenaza exterior, pero Trump y su corriente ideológica son exponente de una potente amenaza interior, que incide en la misma razón de ser de la UE y en el pacto político social que la dio a luz.
Se exploró también el papel de China y la manera diferente a la del poder militar con que pretende afirmar su deseo de reconocimiento y liderazgo en el mundo.