
Conversaciones con el P. General (I)
Arturo Sosa habla despacio, claro y directo, con una cercanía que hace sospechar que se encuentra a gusto, como en casa y con tranquilidad. Parece que lleva con serenidad lo de ser General de la Compañía de Jesús. Su principal tarea ahora mismo, confiesa, es conocer la Compañía universal, algo que le está suponiendo un gran gozo, sobre todo el “conocer a los jesuitas en su terreno”, en toda su variedad y creatividad. Así como una gran sorpresa, al comprobar cómo el carisma se puede encontrar en todas las culturas. “Somos un cuerpo multicultural” expresa con alegría.
El programa de su generalato lo tiene muy claro porque se lo dictó la Congregación General 36. Continuar con la Fe, Justicia, Diálogo y Cultura de congregaciones anteriores, pero incidiendo en el concepto de Reconciliación, con los hombres, con el mundo en el que vivimos y con Dios. También la CG36 aportó algunas claves sobre cómo llevar a cabo ese plan.
Para poner en marcha ese camino la Compañía de Jesús debe apoyarse sobre dos rieles fundamentales: la profundidad espiritual apuntalada en el discernimiento y en la libertad interior que da la escucha del espíritu y la profundidad intelectual para comprender mejor lo que sucede en este mundo y generar una teología que ayude a las personas.
En concreto, para España, el P. General nos propone un modelo: la fidelidad creativa. Ser fieles a la historia de la Compañía de la Jesús pero al modo de la creatividad que está generando en la Compañía universal la elección de sus preferencias apostólicas.