Publicado: Viernes, 01 Junio 2018

25 años de la Residencia San Rafael para mayores en situación de exclusión

Estos días en la Residencia de Mayores San Rafael (Dos Hermanas, Sevilla) están recordando la inauguración oficial de su sede que se produjo hace 25 años, el 13 de junio de 1993, con la visita del papa Juan Pablo II, si bien la institución se había abierto unos meses antes.

No es habitual que el sector social de la Compañía de Jesús incluya entre sus obras una residencia de personas mayores, ni que dos capellanes jesuitas residan en ella. Pero en la actualidad, el P. Hermenegildo de la Campa y el P. Leandro Sequeiros SJ llevan varios años acometiendo esta labor. La residencia, constituida en Fundación, depende de la Comunidad del Sagrado Corazón de Jesús (Sevilla).

La pusieron en marcha el P. José María Mier-Terán, que inició y llevó adelante el proyecto hace más de veinticinco años y quienes le ayudaron económica y moralmente: su hermano, Cristóbal Mier-Terán Romero y Javier Benjumea Puigcerver. Fue determinante para la realización del proyecto que la comunidad jesuita del Sagrado Corazón de Jesús de Sevilla pusiese a disposición un solar en el término de Dos Hermanas que había recibido de la familia del P. Joaquín Sangrán.

La dirección está encomendada a las hermanas Josefinas de la Caridad, congregación que nació en Cataluña en el siglo XIX con el carisma de atender a enfermos y personas mayores en situación de precariedad y exclusión social. Por voluntad de los fundadores en la residencia hay un ala dedicada a los sacerdotes mayores que deseen vivir en ella.

Como manifestaron recientemente en un artículo de la revista Jesuitas Hermenegildo de la Campa SJ y Leandro Sequeiros SJ, como capellanes residentes que viven, conviven y comparten su vida con estas personas mayores “valoramos muy positivamente el esfuerzo realizado para estar con aquellas personas que a menudo la sociedad parece descarta”. Para ellos tal vez la aportación más positiva por su parte es “comunicar un poco de esperanza”, gracias a la espiritualidad que les ha capacitado más para aceptar con naturalidad la existencia de limitaciones y enfermedades. Consideran su labor como “una experiencia rica de inserción cultural e inmersión en un mundo de frontera y periferia al que, por lo general, no se accede en el apostolado”.

Recordando la visita de Juan Pablo II

Estos días, ambos quieren recordar aquella visita del papa Juan Pablo II, que había acudido a Sevilla para presidir el Congreso Eucarístico Internacional en el año 1993, pero que quiso también testimoniar la preocupación de la Iglesia en favor de los desvalidos en un acto que abrazara las últimas realizaciones en este campo. Y lo hizo con la visita y bendición a la residencia. El momento cumbre de esta visita se produjo cuando el Papa tomó la palabra y pronunció una alocución que los medios de comunicación que los especialistas señalaron como la de más hondo contenido social de todas las que pronunció durante su visita a España.

Tras la lectura, el Papa dio su bendición a todos los presentes y departió con los mayores, saludándolos uno a uno y regalandoles rosarios o bendiciendo las medallas que le presentaban. Ya de nuevo en el "hall" de la residencia, procedió a inaugurar una inscripción cerámica colocada junto a la entrada y a firmar en el Libro de Oro de la Ciudad y en el de la Residencia.

 

 

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