Publicado: Miércoles, 30 Octubre 2019

Hospitalidad de brazos abiertos

Durante los días 23, 24 y 25 de octubre tres instituciones del Sector Social de la Compañía de Jesús, la Fundación Ellacuría, Loiolaetxea y la ONG ALBOAN, celebraron en Arrupe Etxea de Bilbao las jornadas Beso zabalik (Brazos Abiertos) sobre experiencias de acogida a personas migrantes y refugiadas, con la participación de más de 60 personas cada jornada.

El primer día la teóloga Pepa Torres compartía su experiencia en el barrio de Lavapiés de Madrid en el que la comunidad se convierte en red protectora y hace de soporte para las personas que tienen que hacer “equilibrios sobre la cuerda de la vida”. Le siguió la experiencia piloto de Patrocinio Comunitario que desde hace varios meses están desarrollando en País Vasco la Compañía de Jesús, Caritas, ACNUR, el Gobierno Vasco y el Gobierno español. Una iniciativa que bebe de la experiencia de Canadá, y que consiste en que cada actor, desde su responsabilidad, pone sus recursos al servicio de familias refugiadas. Estas dos experiencias están “abriendo ventanas en los muros”.

José Ignacio García SJ, director del Servicio Jesuita a Refugiados-Europa, contribuyó a ampliar la mirada hasta el ámbito europeo, y a asumir de que, a pesar de nuestra tradición histórica de ser tierra de emigrantes y de inmigrantes, las políticas de asilo y migración actuales ponen cada vez más trabas a la acogida de personas migrantes y refugiadas. Además, no hay indicios de que esa tendencia vaya a cambiar, si no se activa un movimiento social fuerte que pueda oponerse. Apuntando en esta línea compartían su experiencia Catherine Verbruggen, de Ongi Etorri Errefuxiatuak Bilbao y Ion Aranguren, de Irungo Harrera Sarea (Red de Acogida de Irún). Desde ambas redes se organizan localmente para dar respuesta a las necesidades de las personas migrantes que están llegando a sus respectivos municipios, y que van, desde la búsqueda de un lugar para pasar algunas noches hasta la realización de actividades de ocio compartidas. La cuestión es dejarse afectar por la situación de la persona con la que te encuentras, para poder responder positivamente a la pregunta con la que abríamos la tarde: Europa, ¿tierra de acogida?

El viernes por la tarde el arzobispo emérito de Tánger, Monseñor Santiago Agrelo, compartió recuerdos y encuentros de su etapa en Marruecos, ganándose a los presentes “corazón a corazón”, como él mismo decía que era su aspiración. Las jornadas finalizaron “entrando hasta la cocina” en las casas de Bego, Enrique y Felix, que explicaron lo fácil que es compartir el propio hogar con personas de otros países, cuando vives la Hospitalidad sin miedo.

 

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