Primera jornada de la visita del P. General a Andalucía: «Trabajad en red, trabajad con otros. Trabajad juntos»
Apenas llegado de su viaje a Paraguay, el P. General, Arturo Sosa, comenzaba hoy en Sevilla su visita a Andalucía, acompañado por el provincial, Antonio España, el asistente de Europa Meridional, Cipriano Díaz Marcos y el delegado para la Tercera Edad, Ramón Fresneda. En esta primera jornada, marcada por la educación en el ámbito escolar y universitario, el superior de la Compañía de Jesús ha dejado mensajes importantes, como la invitación a aplicar las cuatro Preferencias Apostólicas y a trabajar en red, en colaboración con otros y con una visión de futuro que no se contente con lo ya conocido, como respuesta al mundo incierto de profundos cambios que se enmarca en un cambio de época.
Para contrarrestar la lluvia, el primer tono colorido del día lo pusieron los niños y niñas del colegio Blanca Paloma de la Fundación SAFA que se ubica en Los Pajaritos, una zona desfavorecida de la ciudad, con altas tasas de absentismo escolar y al que el INE ha definido como el barrio más pobre de España. De la mano del director del centro, Nacho Orellana, el P. General visitó el comedor donde un grupo de menores en riesgo de exclusión social pueden desayunar cada día y distintas aulas de primaria, secundaria y de formación profesional donde se implantan nuevos modelos pedagógicos. Arturo Sosa pudo contemplar el trabajo en la interculturalidad, la atención a la diversidad, el cuidado de la casa común y la aplicación de la innovación metodológica, a pesar de las dificultades del contexto, que son claves en este centro, con un profesorado comprometido y que a menudo se enfrenta a situaciones difíciles.
A continuación, y siguiendo el contraste que a menudo caracteriza a las tensiones ignacianas, el P. General inauguraba el imponente nuevo campus sevillano de la Universidad Loyola que nació en el curso 2012-2013 y que tiene también sede en Córdoba. Junto al rector, Gabriel Pérez Alcalá, acudieron al acto numerosas autoridades, entre otras, el arzobispo de Sevilla, Mons. Juan José Asenjo -quien bendijo la nueva sede- y autoridades civiles como el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno, el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano o el de Córdoba, José María Bellido.
En su discurso, Arturo Sosa desgranaba las Preferencias Apostólicas de la Compañía de Jesús, concretadas en el mundo universitario, y como respuesta a un mundo actual que a través de una profunda transformación radical de contexto social, cultural y económico está desembocando en una nueva era. Unas universidades que deben acompañar a los empobrecidos (2ª preferencia) mejorando sus estudios, análisis y reflexión para comprender los cambios que generan tanta injusticia; crear y mantener espacios abiertos a los jóvenes (3ª preferencia) en la sociedad y la Iglesia; y cuidar la Casa Común (4ª preferencia) apoyando una reflexión y un discernimiento que lleven a tomar las decisiones acertadas capaces de sanar las heridas ya infringidas al equilibrio ecológico.
El P. General abogó también por el trabajo en red como medio de llevar la voz de las universidades y de cumplir nuestra Misión en un mundo que nos empequeñece y que genera tantos mensajes y tanto ruido. Y animó «especialmente a la Universidad Loyola, a profundizar en su trabajo en red. No sólo en las redes universitarias, sino también en esas otras en las que puede aportar su conocimiento y aprender de ellas, las redes de colegios, de cooperación, de apostolado. Este es mi mensaje: trabajad en red, trabajad con otros. Trabajad juntos» Precisamente la sostenibilidad es uno de los ejes en los que se ha basado el diseño y la construcción del nuevo edificio, materializándose en numerosas medidas en relación con los materiales, el uso eficiente del agua, la eficiencia energética (consume un 40% menos), la calidad del ambiente interior o la vegetación. El P. General lo pudo contemplar de la mano del arquitecto y diseñador del mismo Luis Vidal.
Por último, Arturo Sosa SJ enumeró las principales características y retos de esta joven universidad que hunde sus raíces en ETEA, es fruto de la colaboración de personas vinculadas a la Compañía y comprometidas con sus obras, que recibe el apoyo de otras universidades y centros universitarios jesuitas de España y del mundo y comprometida con la cooperación internacional a través de su Fundación. Una universidad que «completará su identidad cuando, Dios mediante, integre los saberes que cultiva la Teología que se imparte en la Facultad de Granada»
Por la tarde, Arturo Sosa visitó el Colegio Inmaculado Corazón de María (Portaceli) que se ubica en el barrio Nervión de la ciudad y pertenece a la Fundación Loyola Andalucía Canarias y Extremadura (Fundación Loyola ACE). Fundado en 1905, actualmente desarrolla un proyecto de innovación educativa, las Aulas Cooperativas Loyola, en cuya clase el P. General, junto al equipo directivo de la fundación y un grupo de profesores, padres y madres y alumnos tuvieron una pausa ignaciana, guiada por dos alumnas. A las palabras de bienvenida de la directora, Lourdes Barrero, le siguió un saludo afectivo del P. General quien recordando la valentía de su abuelo emigrante español que llegó a Venezuela con 17 años, quiso animar a la comunidad educativa a tener la “necesidad de estar un poco más allá de los tiempos, la necesidad de no conformarse con lo que ya se conoce”, y más aún teniendo en cuanta que los maestros y maestras actuales educan para el que seguramente será un mundo futuro que nos es desconocido. El calor y arte andaluz lo demostraron el coro del centro y el grupo de alumnos y alumnas que bailaron varias sevillanas y rumbas.
Tras esta visita el P. General presidió un encuentro en la iglesia de Portaceli con los laicos y jesuitas de la Plataforma Apostólica de Andalucía Occidental-Extremadura-Canarias, que le fueron formulando diversas preguntas y presidió la eucaristía donde, en su homilía, invitó a poner no solo los dones al servicio de Dios, sino también nuestros propios límites y defectos.
Primera jornada de este recorrido por Andalucía, una región a la que el P. General ha definido como “hermosa, antigua y diversa región de frontera en sentido amplio” pues es “puente entre la joven, pujante, creciente pero pobre, África, y la sólida, rica y, ahora desconcertada Europa”. Que destaca por su profunda religiosidad a pesar de la creciente secularidad y su reto de diálogo con otras religiones del otro lado del Estrecho. «Una región de civilización mediterránea, pero abierta al Atlántico (…) una región con problemas y, al mismo tiempo, con un inmenso potencial».
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