
Los centros de UNIJES están preparados para retomar progresivamente la normalidad
Los centros universitarios de nuestro sector UNIJES trabajan estos días en el cierre del curso, con evaluaciones y exámenes a distancia. Y también con la mirada puesta en el inicio de un nuevo curso que no sabemos todavía hasta qué punto va a estar condicionado por la evolución de la pandemia.
A pesar de los interrogantes, los centros de UNIJES están preparados para retomar progresivamente la normalidad y, en términos de experiencia y recursos, mucho mejor que antes para afrontar nuevas dificultades surgidas por rebrotes y futuras crisis. Así lo considera el secretario ejecutivo de UNIJES, Enrique López Viguria, que nos acerca a cómo está viviendo este momento el sector universitario de la Compañía de Jesús en España.
Reconversión digital exitosa
Con el confinamiento, la actividad universitaria experimentó rápidamente una reconversión digital, forzada pero exitosa. Se hizo prácticamente en un fin de semana, gracias a un gran esfuerzo técnico y de adaptación por parte de alumnos, profesores y personal de administración de servicios. “Las dificultades mayores han sido las prácticas en laboratorios, los intercambios internacionales, el prácticum profesional, los programas de cooperación, etc. pero se van resolviendo y reorientando progresivamente”, nos cuenta Enrique López Viguria. “En el caso de varios Colegios Mayores, por razones obvias, hubo que clausurarlos y quedaron sin actividad”.
Una extraordinaria adaptación que, para el secretario ejecutivo de UNIJES, “no sería posible sin unos equipos con gran sentido de la responsabilidad, una generosidad extraordinaria y un sentido de pertenencia muy notable. Hay mucho que agradecer y reconocer”.
Proactivos en la lucha contra la crisis sanitaria y sus consecuencias
El esfuerzo no se ha dirigido únicamente a mantener la actividad académica. Los centros de UNIJES también han sido proactivos para poner en marcha iniciativas de acompañamiento a las comunidades universitarias. “Puedo citar, a título de ejemplo: Comillas Solidaria, Loyola SED, Esade-CommunityBuilding, las múltiples colaboraciones con entidades sociales y los programas de voluntariado local y UNIJES te acompaña, una iniciativa que refleja un trabajo coral, realizado desde la pastoral universitaria/Magis, para conseguir en poco tiempo y con medios limitados desarrollar un modo de estar cerca de nuestra gente y hacerlo con sentido”.
Por otra parte han realizado significativas contribuciones en investigaciones y estudios para luchar contra COVID-19. Es el caso, por ejemplo de IQS, con el proyecto “CoviNanoVax” de cara a la vacunación de la población sana en general, con apoyo de fondos públicos y la colaboración de prestigiosos expertos; las clínicas jurídicas de Deusto y Comillas, junto a un grupo de universidades, en una acción conjunta para facilitar instrumentos adecuados para la protección y defensa de los derechos de las personas en situación de vulnerabilidad; LOYOLATECH, con un proyecto de seguimiento del coronavirus con uso de inteligencia artificial; etc. Enrique López Viguria también señala “múltiples actuaciones de proyección y diálogo social, mediante sesiones online con profesores, expertos y personalidades de la ciencia, la economía, la sociología, etc. Particularmente, destacaría los webinars semanales de la Facultad HTSI (URL), en una muestra clara de conexión y apoyo a un sector tan castigado en esta crisis como el turístico”.
La universidad que nos espera en septiembre
“Los centros de UNIJES están en condiciones para retomar progresivamente la normalidad”, asegura el secretario ejecutivo de UNIJES. Sin embargo, mirando al futuro inmediato, preocupa cómo puede afectar no solo la crisis sanitaria sino la económica. “La situación se presenta bien difícil y, aún en este contexto, se van a redoblar los esfuerzos en becas y ayudas para que estudiantes con talento pero con dificultades económicas puedan seguir su formación en nuestros centros”.
Sin duda uno de los aspectos que se ha visto afectado de forma más importante ha sido la movilidad internacional de los estudiantes. “Las universidades y centros con mayor nivel de internacionalización acusan más este impacto. Se plantean incógnitas en cuanto a la captación de candidatos/as de muchos países, la conversión en matrículas de numerosas solicitudes recibidas, o la continuidad de algunos programas internacionales”, lamenta Enrique López Viguria.
Un contexto de cambios
“En un contexto de cambios importantes y con la afectación de esta pandemia es clave que sepamos identificar preguntas relevantes que nos cuestionen acerca de nuestra formación e investigación, de nuestra contribución al debate social y también sobre nuestro modo universitario de proceder”.
Ante este reto, López Viguria considera que “en lo fundamental vamos a seguir siendo fieles a nuestro paradigma universitario (Utilitas, Humanitas, Iustitia y Fides), y ésa es nuestra aportación diferencial. Un para qué universitario preñado de competencia y rigor, responsabilidad y sensibilidad social, con vocación de servicio y una razón de ser con una profunda inspiración. Todo ello nos vincula a una misión universitaria compartida y a una gran red internacional de universidades jesuitas”.
Opina también que “vamos a valorar más nuestra educación presencial y a profundizar en ella para tejer más y mejor diversos ingredientes: la innovación educativa, la pedagogía ignaciana, la potencia de la tecnología, el aprendizaje experiencial, la interculturalidad, etc.”
“En el reconocimiento internacional que reciben nuestros centros hay una señal clara de nuestra capacidad de dar un paso al frente cambiando, actualizando y creando nuevas estructuras y metodologías para afrontar la era digital. Nuestra disposición a afrontar los extraordinarios retos de la educación superior se pone de manifiesto en la agenda diaria y en los diversos proyectos estratégicos de UNIJES”.