Encuentro de Ecología: Hacia la justica medioambiental inspirada en el Evangelio
Interiorizar y crecer espiritualmente en la Preferencia Apostólica Universal (PAU) “Cuidado de la Casa Común” y esbozar conjuntamente los elementos de un plan provincial que ayude a concretar y hacer más efectiva y real dicha preferencia en la vida personal, comunitaria e institucional. Estos dos objetivos se buscaban en el Encuentro de Provincia sobre el tema ecológico celebrado online el 8 y 9 de octubre. Y los 65 participantes de distintos sectores, ámbitos y plataformas de la provincia colaboraron intensamente para que se cumplieran.
En sus palabras de bienvenida el provincial, Antonio España SJ sintetizaba en 3 palabras las búsquedas de este encuentro: La humildad, la llamada y la creatividad. La humildad ante esta cuarta PAU porque “aunque en la provincia han existido pioneros, nos damos cuenta de que necesitamos articularla y darle más fuerza”, desde la colaboración con otros. La llamada que como Iglesia, como Compañía y reconociendo ese profetismo del Papa en la Encíclica Laudato Si, nos debe hacer responder. Y la creatividad (y audacia) que necesitamos para construir modelos de vida alternativa.
Antonio España reconoció con agradecimiento el camino emprendido como provincia con diferentes iniciativas ecológicas y como Compañía global repasó los hitos con los que las últimas Congregaciones Generales y la publicación de importantes documentos nos han hecho reflexionar hasta llegar a 2019 cuando el P. General Arturo Sosa incluyó esta cuestión como una de las cuatro PAU. Además, enfocó el encuentro con dos orientaciones, el que “este camino es una llamada a la conversión personal, comunitaria e institucional” y que “nos pide una respuesta integral como Provincia, no solo a unas obras, sectores” y por tanto exige un esfuerzo de colaboración y trabajo conjunto.
La noche del jueves cerró esta apertura del encuentro una preciosa oración de contemplación preparada por Felix Revilla sj y Roberto Otero SJ junto con su Espacio de Ecología y Acogida Ana Leal de Valladolid.
El viernes se distribuyó entre una mañana de comprensión, de mirar la realidad y de sentirnos desafiados por ella y la tarde dedicada a planificar juntos, ideas y propuestas para avanzar como provincia en esta dimensión de la Justicia medioambiental.
Desde su charla “Los creyentes ante los retos medioambientales”, Jaime Tatay Sj, introdujo los conceptos terminológicos básicos de la cuestión (ecología, medio ambiente, sostenibilidad…) e hizo un recorrido histórico por las cuatro generaciones de problemas medioambientales que han afectado a la humanidad. En el siglo XIX y principios del XX, cuestiones vinculadas a la conservación de lugares de alto valor ecológico; a partir de la década de 1960 relacionadas con la contaminación y que afectaban sólo a las poblaciones más expuestas; la tercera generación (años 80, 90) en la que aparecen nuevas cuestiones que ya son globales (capa de ozono, cambio climático). Y finalmente, la cuarta generación, la actual, relacionadas con la nanotecnología y la ingeniería genética que conllevan problemas globales generados por un uso desordenado de nuestras capacidades. A continuación, explicó los diferentes actores implicados en la solución de los problemas medio ambientales (la comunidad científica, los ejércitos, los gobiernos, los empresarios… etc) y sus diferentes intereses. Y, por último, las religiones, de las que afirmó que se han interesado por una razón de tipo social; se han acercado contemplando la naturaleza como “creación, es un regalo, un pequeño sacramental, es un signo de la presencia del Dios creador en medio de nosotros”. Y por tanto como lugar de encuentro con el Creador. “La experiencia mística de la humanidad no puede entenderse fuera de la creación” insistió. Por último, señaló que la ascesis y la sobriedad son elementos clave con los que los cristianos debemos abordar esta cuestión recordando que “muchos de los problemas medioambientales se deben a un despilfarro”.
José Ignacio García SJ aterrizó el cuidado de la casa común desde la espiritualidad ignaciana. En su charla habló de cuatro grandes lugares de la espiritualidad ignaciana desde los que acercarse a esta preferencia intentando descubrir en ellos nuevos enfoques. Así, releyó en el Principio y Fundamento nuestra condición de ser “creaturas” alejándose de una visión intimista de relación con el Señor- que suele ser habitual- hacia la idea de ser creado y por tanto ser dependiente, porque “lo que vamos viviendo con esta perspectiva de crisis medioambiental y en los últimos meses de crisis sanitaria (…) es que como seres estamos interconectados y somos muy dependientes”. En segundo lugar, la Contemplación de la Encarnación la encaró como el abrazo de Dios al mundo, que como creyentes nos debe hacer mirar cómo este mundo está transido por esta presencia de Dios y por ello “la encarnación nos invita a reconocer el mundo creado, querido por Dios y que nosotros podemos contribuir a él”. Invitó también a los presentes a enfocar la “Contemplación para alcanzar amor” desde el concepto de que toda realidad es lugar de encuentro con el Señor. Y propuso seguir 4 metáforas que propone Toño García Sj para contemplar a ese Dios presente. Esas cuatro metáforas nos invitan a una llamada de integración fuerte para la vida. En un tiempo como el nuestro, en el que vivimos en una dispersión notable, partidos y fragmentados, esta relectura “nos invita a esta vida integrada, capaz de reconocer la diversidad pero no verse desbordada por ella, porque percibe a Dios en toda ella”. Por último, desde la segunda semana de EE.EE. alentó a los asistentes a caminar desde la contemplación al compromiso ecológico porque la nuestra es “una espiritualidad impregnada de elección y seguimiento llamada a incorporar esta nueva realidad. Pidió superar prejuicios ideológicos y reconocer que la vida está amenazada en muchos lugares y de muchas formas.
Finalmente señaló como riesgos el individualismo y antropocentrismo al que puede derivarnos una espiritualidad ignaciana mal enfocada, así como el peligro de que el desapego conlleve una ausencia de responsabilidad.
A las dos charlas siguió un tiempo de preguntas a los ponentes, un rato de reflexión personal y de compartir en grupos pequeños las mociones sentidas durante la mañana.
Tiempo de impulso
Desde lo oracional (jueves noche), pasando por lo cognitivo (viernes mañana), se trató en la tarde de aterrizar lo vivido en procesos y propuestas concretas sobre lo que podemos hacer en este campo como provincia. En primer lugar poniendo en común el trabajo de reflexión que habían hecho las Plataformas Apostólicas como tarea previa al encuentro. Aportaron sus iniciativas, resistencias y miedos, esperanzas y motivaciones, capacidades, necesidades, retos y llamadas. Quedó claro, como expresó Luis Arancibia -coordinador del encuentro- que “en general la sensibilización ha ido creciendo pero todavía estamos al principio de un proceso. Vamos al ritmo al que va el entorno, en la media, tarde, algo lentos, pero moviéndonos”. También destacó que en la parte más personal o comunitaria hemos dado algunos pasos, pero aún estamos lejos de un proceso de conversión. Se constata que hay algunas personas con más conciencia, pero también que hay un sentir de cierta indiferencia, si bien poca oposición. El factor generacional explica gran parte de esta realidad y el marco eclesial impulsado por la Laudato SI y por las iniciativas de la Compañía a nivel global en este campo, han dado mucha fuerza. También se percibió que no hemos logrado vincular esta PAU a la fe, aunque en algunas instituciones se haya avanzado mucho. (Ver documento de las PA)
A continuación Patxi Alvarez de los Mozos, explicó que después de un tiempo de aprobación del Proyecto apostólico de provincia se ha percibido que en cada una de las opciones del mismo había que incluir algo de ecología. De ahí que el equipo coordinador del encuentro escogiera 7 áreas del citado proyecto relacionadas con la ecología: 1) Sensibilización del cuerpo apostólico y religioso de la Provincia. 2) Espiritualidad y reflexión teológica 3) Instituciones socioambientalmente responsables 4) Estilo de vida personal y comunitario 5) Reflexión y análisis 6) Sensibilización, movilización social e incidencia. 7) Educación de jóvenes conscientes y comprometidos con el cuidado de la casa común. En esos siete campos los asistentes trabajaron por grupos durante la tarde para compartir buenas prácticas conocidas y elegir tres procesos que considerasen claves para implementar esta PAU en la provincia y tres acciones concretas para poner en marcha.
En el breve compartir posterior se percibió la gran riqueza trabajada en los grupos. Varias ideas se repitieron como la integración teológica-espiritual en nuestras actividades ecológicas; la percepción de que todavía hay necesidad de una conversión ecológica a nivel personal, comunitaria e instucional. También el que lo ecológico deba ser transversal en la provincia, la necesidad de un mayor trabajo en red no solo con actores internos; el fomento de actividades experienciales -algunas ya existentes como los EE.EE en clave ecológico, pero que hay que potenciar- , la necesidad de aumentar la formación en este ámbito…
A partir de este primer encuentro, se inicia el camino para definir un plan provincial en esta materia. Un plan sobre el que el provincial, en sus palabras de agradecimiento final, insistió: “No es como añadir un área nueva, sino tratar de hacer transversalmente una conciencia común de lo que supone la justica medioambiental inspirada en el Evangelio”.
MATERIALES:
-Palabras de apertura del Provincial.
-Vídeos de la Oración-Contemplación: La Tierra, Pecado, Conversión, Solidaridad
-Charla Jaime Tatay SJ: Los creyentes ante los retos medioambientales
-Charla de José Ignacio García SJ: El cuidado de la Casa Común desde la Espiritualdiad Ignaciana
-Documentación: Cuadernillos Conversión Ecológica (Valladolid)