Publicado: Lunes, 15 Marzo 2021

Un año después del inicio del confinamiento

Se cumple un año del inicio del confinamiento que nos mantuvo encerrados durante meses en nuestras casas y que supuso un cambio, y no solo de rutinas, en nuestras vidas. Nos hicimos conscientes de la gravedad de una pandemia, que nos ha traído dolor, pérdida y sufrimiento, y que nos ha enfrentado a nuestra vulnerabilidad.

Con el confinamiento llegaron las cancelaciones de actividades, los cambios de planes, las frustraciones,… pero también la creatividad y la disponibilidad para poner en marcha alternativas, acompañar y dar respuesta a nuevas necesidades que no habíamos experimentado antes y que no podíamos ni imaginar. La actividad de la Compañía de Jesús se transformó por completo en todas las áreas de trabajo de los jesuitas y sus instituciones.

Gracias al trabajo conjunto de distintas personas, grupos y comunidades, surgieron rápidamente iniciativas como enCasaConDios o la SemanaSantaenCasa, para ofrecer la retransmisión de la Eucaristía diaria así como materiales para acompañar pastoralmente durante este tiempo, dando espacios de serenidad en el proceso de adaptación a la vida confinada. Al mismo tiempo se activaron proyectos de apoyo dirigidos a personas solas o especialmente afectadas por la situación, así como a los sanitarios/as. Actividades de espiritualidad, formativas y también los Ejercicios Espirituales se adaptaron a formatos online, empujando con ello la necesidad y la oportunidad de reflexionar sobre las posibilidades y los límites de estos formatos.

Sin duda, una de las realidades que marcó más profundamente esas semanas familiar y socialmente fue el cierre de los centros educativos. Niños y niñas, jóvenes y universitarios en casa, tratando de seguir sus clases a través de las pantallas de ordenadores o tablets. Los equipos de los centros educativos de la Compañía de Jesús realizaron un enorme esfuerzo para mantener la actividad académica con especial atención a no dejar a nadie atrás, evitando la desigualdad y la brecha digital. Y además, volcándose en proyectos de ayuda para dar respuesta a la crisis: acompañamiento, apoyo a familias vulnerables, o investigación y estudio en el ámbito científico, tecnológico o jurídico para luchar contra la Covid-19. 

Y con el confinamiento llegó también la urgencia la para muchas familias: situaciones de vulnerabilidad y riesgo de exclusión social se vieron agravadas. Porque el confinamiento no tiene el mismo impacto para quienes viven en una infravivienda o son víctimas de la precariedad laboral. Con muchos servicios paralizados, las obras del sector social y redes solidarias en parroquias, comunidades o escuelas se movilizaron para tratar de cubrir las necesidades básicas de multitud de familias, y para dar cobertura a ello se lanzó la campaña #Seguimos, primera campaña de solidaridad conjunta de la provincia, con el esfuerzo solidario de todas las obras, instituciones, comunidades y grupos vinculados a los jesuitas.

La experiencia del confinamiento sin duda deja en todos nosotros un profundo impacto. Nos decía el P. Arturo Sosa SJ, Superior General de la Compañía de Jesús, que “ha puesto de manifiesto la importancia del cuidado, en muchas dimensiones de nuestra vida” y ha mostrado “el descuido acumulado durante décadas en el modo en que los seres humanos nos hemos relacionado entre nosotros, con la naturaleza y con Dios”.

 

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