
¿Qué poso queda de las Pascuas MAG+S?
Las Pascuas MAG+S volvieron a llenar de vida barrios, iglesias o santuarios a lo largo de la geografía española compartiendo, celebrando, orando y siguiendo a Jesús en los días centrales de nuestra fe.
Sin duda, la vivencia que se concentra en estos días resulta fundante para muchos de los jóvenes que participan en estas Pascuas, pero podríamos correr el peligro de que fueran un punto, un hito experiencial sin conexión con nuestra vida. Ni mucho menos, ahora la liturgia nos propone 50 días para darnos cuenta de esa alegría pascual y podemos decir que, una semana después, los ecos de la Pascua están marcando huella.
“Con gran ánimo y liberalidad, y con un sentimiento de asombro y agradecimiento por lo que se vivía día a día, los participantes de la pascua fueron encontrando aquellos espacios que regala esta celebración para poder buscar quién te ha enseñado, quién dio la vida por tí y quien va contigo” comenta Pablo, acompañante en Madrid.
Una de las dinámicas principales de la pastoral MAG+S es la reunión semanal, o quincenal, en grupos para compartir vida. Resulta verdaderamente esperanzador escuchar en estar reuniones cómo el paso del Resucitado por nuestro día a día se muestra en los pequeños gestos de la vida cotidiana de estos jóvenes.
Ana, joven de MAG+S Zaragoza apunta que “sigue resonando en mí aquello que ya he comentado alguna otra vez, veo a Dios en la gente sencilla, volvió a pasarme en esta Pascua y sigue pasándome día a día”.
Abrir los ojos y ser capaces de encontrar a Jesús de estos distintos modos es sin duda un fruto de esta pascua, pues el hilo conductor “Busco tu nombre” hablaba precisamente de esto.
Quizá lo más importante sea poder seguir abriendo este Tiempo Pascual con el mismo lema, buscando el nombre de Jesús en nuestra vida, a ese Resucitado que se encarna en las alegrías de la vida cotidiana.