Una experiencia profunda, personal y vivida en comunidad
El pasado 27 de octubre, 21 personas llegaban a la Cueva de San Ignacio de Manresa después de una semana de peregrinación, realizando el tramo del Camino Ignaciano que va desde Lleida hasta Manresa.
Ha sido una iniciativa animada desde la Plataforma Apostólica de los Jesuitas en Cataluña, para que personas que forman parte de entidades, grupos e instituciones de la Compañía de Jesús hagan conjuntamente esta experiencia que suma la peregrinación con los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. El objetivo es, sobre todo, crear vínculos entre personas de las diferentes entidades de la plataforma, así como ayudar a personas jóvenes vinculadas a nuestras instituciones a entrar en la espiritualidad ignaciana y los Ejercicios.
Con diversidad de edades -desde 26 hasta 82 años- y también de procedencias -profesorado de las escuelas, trabajadores/as de entidades sociales, y miembros de las comunidades cristianas-, los participantes, que no se conocían previamente, han creado un ambiente impresionante de confianza, alegría, buen humor y ayuda mutua.
El jesuita Alexis Bueno, que ha acompañado al grupo, destacaba que esta propuesta representa una puerta muy interesante a la espiritualidad. "Permite entrar en el silencio, la oración y los Ejercicios Espirituales". Tal y como nos explica, la valoración por parte de los participantes ha sido magnífica. “Ha sido una experiencia profunda, personal, vivida en tiempos de silencio, confrontándonos cada uno al momento de su camino personal... y al mismo tiempo en contacto con la naturaleza, con el camino ignaciano, con la gente que nos acogía y, por supuesto, con los compañeros y compañeras que caminábamos juntos”, explica Alexis Bueno trasladándonos las impresiones del grupo.
"Sentido, amor, caos, ego, encarnación y vocación" son las seis palabras que, según los propios peregrinos, les han movilizado durante este tramo del Camino Ignaciano y que han querido recoger en este relato visual que también han ido compartiendo durante el experiencia a través de las redes sociales. "Hemos llorado, reído, abrazado la oscuridad, agradecido la luz y eso nos ha unido", decían al llegar a Manresa.
Alexis también valora el esfuerzo que han hecho las escuelas o entidades sociales para facilitar que personas que trabajan o colaboran hayan podido participar. ¿Está previsto que esta experiencia se pueda repetir?, le preguntamos. "Tenemos muchas ganas, y por el eco recibido, me parece que tendremos gente con ganas de apuntarse".
El Camino Ignaciano es una ruta de peregrinación que sigue los pasos del camino que emprendió Iñigo de Loyola y que le llevó a vivir un profundo proceso de autoconocimiento y cambio interior.