Fiesta de San Alonso Rodríguez en Mallorca
El 31 de octubre, la Compañía de Jesús y el Obispado de Mallorca se unieron para rendir homenaje a San Alonso Rodríguez, con motivo de su fiesta litúrgica. A pesar de la reciente supresión de la vida en comunidad en el histórico colegio de Montesión de Palma, los jesuitas continúan promoviendo la memoria y devoción hacia este santo, con el firme deseo de que la misión de la Compañía siga viva a través de tantas personas comprometidas con sus obras e instituciones.
La jornada comenzó con un itinerario por diversos lugares significativos en la historia de Alonso Rodríguez. La primera parada fue la capilla del bosque de Bellver, que se comenzó a construir en 1879 por iniciativa de la reina Isabel II, en el mismo lugar donde el santo relató haber sido visitado por la Virgen María. Un monolito cerámico y otros elementos artísticos evocan esa experiencia mística.Allí, el Obispo presidió una oración con los fieles que conservan la devoción a San Alonso en ese privilegiado espacio, donde hicimos presente también a las víctimas del desastre de la DANA en Valencia, un recuerdo constante en todos los actos celebrados.
Posteriormente, los asistentes se dirigieron al colegio de Montesión, donde San Alonso sirvió humildemente como portero durante más de 45 años. En este emblemático espacio, se visitó el museo dedicado al santo, que reabre sus puertas al público. Los visitantes pueden explorar la celda de Alonso Rodríguez y observar diversas reliquias y objetos que atestiguan su santidad y la devoción que el pueblo mallorquín le ha profesado. También se reabrió al culto la capilla de estilo barroco, con una oración preparada por el equipo de pastoral del colegio donde se conserva el sepulcro del santo, que ha sido un hito para sus devotos a lo largo de los siglos.
Para culminar la celebración, los presentes se trasladaron a la parroquia dedicada a San Alonso en el corazón de la ciudad, donde monseñor Sebastià Taltavull presidió la Eucaristía. El provincial de los jesuitas dirigió unas palabras de agradecimiento, ánimo y un llamado a la renovación en esta nueva etapa para la familia ignaciana de Mallorca.
