La casa de ejercicios San Pablo cerrará sus puertas en septiembre
La casa de ejercicios San Pablo en Dos Hermanas (Sevilla) dejará de funcionar a partir de septiembre de 2025. Este miércoles, 11 de junio el administrador provincial, Joaquín Barrero en nombre del provincial ha comunicado el próximo cierre, que forma parte de la reestructuración de presencias y obras de la Compañía de Jesús en la provincia de España. Hasta este momento la plataforma Suroccidental contaba con dos casas de ejercicios, esta de Dos Hermanas y La Inmaculada en El Puerto de Santa María. En esta última se quiere concentrar la misión de la Compañía en su propuesta vinculada a la espiritualidad ignaciana.
La casa de ejercicios San Pablo se fundó a finales de 1964, para servir a la misión de los ejercicios espirituales que se querían impartir desde la residencia del Sagrado Corazón. Se construyó al final de la calle Dr. Fleming, en Dos Hermanas, en una finca regalada por la familia del Padre Sangrán, llamada «Huerta de San Rafael». Durante años ha sido lugar de oración y de formación, tanto a través de los ejercicios espirituales como de retiros y una programación formativa de talleres y curso de Crecimiento personal. En 2011 se hizo una obra de remodelación y ampliación de las instalaciones, siendo provincial el P. Guillermo Rodriguez-Izquierdo sj, y ecónomo el P. Antonio Luis Fenoll sj, que fueron determinantes para poder ejecutar dicha reforma. El P. Navarrete promovió, además de los Ejercicios Ignacianos, cursos de Serenidad y Control de la Mente, y de Crecimiento Personal. En 2015 le sucedió el P. Fernando Motas, solo por un año, en el que se construyó un nuevo comedor y diversas reformas de mejora.
En septiembre de 2016, fue nombrado director el P. Jorge Luís Vázquez y desde el año 2021 lo ha sido el P. Pedro Armada.
Sin duda todo cierre implica una sensación de despedida que combina el recuerdo agradecido por tanto trabajo de muchas personas que han ido teniendo responsabilidades en la casa a lo largo de las décadas. A todos aquellos que han dedicado esfuerzo, tiempo y entrega a la misión en la casa, gratitud y reconocimiento. Pero también toca ahora mirar adelante, y discernir presencias y medios. Confiamos en que los pasos que se vayan dando sean para seguir cuidando la misión allá donde ahora se ve más posible y necesario.