Sigamos recreando nuestra identidad en el diálogo: finalizan las jornadas educativas Educsi
"Hoy es siempre todavía. Toda la vida es ahora, y ahora es el mejor momento". Con esta cita de Antonio Machado arrancó María Luisa Berzosa FI su intervención, encarnando el corazón del proceso educativo: mirar con profundidad, comprender desde la escucha y comprometerse con valor. Su propuesta no ofreció recetas, sino una invitación a recrear nuestra identidad educativa desde el diálogo y el afecto, tejiendo un lienzo compartido donde cada voz aporta un color único y en el que los cuidados son un aspecto central.
La primera jornada fue inaugurada por Jaime Badiola SJ, delegado de Educación, quien planteó la pregunta central: “¿Una identidad que se re-crea desde el diálogo… o dialogamos desde una identidad ya dada?”. A continuación, Juan José Etxeberria SJ, rector de Deusto, insistió en la pedagogía del cuidado cotidiano: “Educar es ayudar a mirar, a comprender y a comprometerse”, construyendo ciudadanía mediante la confianza y la presencia atenta.
Intencionalidad católica de nuestros centros
Enric Puiggròs SJ, Provincial de la Compañía de Jesús en España, situó la misión educativa ante retos como la polarización política, la inteligencia artificial y el debilitamiento de lo trascendente. Defendió la intencionalidad católica de nuestros centros como fidelidad creativa al Evangelio, traducida en justicia, fraternidad e inclusión. “Creer hoy es luchar por un mundo más justo y más fraterno”, afirmó, recordando que identidad, misión y estructura caminan unidas bajo la espiritualidad ignaciana.
El diálogo auténtico, coincidieron todos los ponentes, no diluye la identidad, sino que la profundiza. Esta requiere escucha humilde, empatía y valentía. Dialogar no para imponer, sino para transformar, construyendo comunión desde la diferencia. Ese fue el punto de partida de Daniel Huang SJ: "¿Qué significa ser cristianos cuando ya no tenemos privilegios, poder ni protección?", se preguntaba durante la segunda jornada, subrayando que vivimos un cambio de era. La cristiandad —hegemonía cultural y política del cristianismo— puede haber llegado a su fin, pero el cristianismo sigue invitándonos a vivir la fe desde nuestro testimonio.
Huang analizó tres claves de la cultura de la poscristiandad: pluralización de opciones, auge del humanismo excluyente e individualismo expresivo. Frente al lamento, recurrió a Camus: “Cuando ya no se puede ser poder, se puede ser ejemplo”. Propuso cuatro modelos de evangelización extraídos del Nuevo Testamento —kerigmático, de Atenas, humanista y de acompañamiento— como caminos complementarios para anunciar el Evangelio “con humildad, libertad y alegría”.
Evangelizar es compartir un don
En la segunda sesión de su ponencia, Huang exploró herramientas ignacianas: cura personalis, creación de libertad interior, experiencias profundas de encuentro y una propuesta esperanzada de la fe. “Evangelizar no es recuperar poder, es compartir un don”, resumió recordando que la escuela puede ser la última plataforma apostólica donde la ausencia de parroquias convierte a los centros en lugar de primera evangelización.
La tercera y última jornada no fue sino la de una doble mirada al liderazgo: la del discernimiento y la del mundo actual. Por ello, Francisco José Ruiz SJ presentó 'Sugerencias ignacianas para liderar discerniendo en común', invitándonos a vivir la vocación desde la realidad compartida y a buscar juntos la voluntad de Dios en medio de lo humano. Estar a la escucha del Espíritu.
Paco Pepe destacó la importancia de formular bien las preguntas, clarificar roles y evaluar con humildad, pues en todo proceso espiritual el gran interviniente es el Espíritu, con mayúscula. Su invitación a discernir en comunidad subrayó la dimensión colectiva de la vocación: somos unos peregrinos de la esperanza llamados a implicarnos en la transformación cualitativa de nuestras instituciones.
Pilar López, ejecutiva con amplia experiencia corporativa en multinacionales y tecnológicas, cerró la última mañana con una reflexión sobre el liderazgo ético en la era de la inteligencia artificial. Alertó sobre riesgos de exclusión y sesgos y propuso modelos de gobernanza centrados en las personas, conectando tecnología con misión y valores. Fue un llamado a liderar con responsabilidad, adaptación e inclusión.
Identidad y diálogo
Por la tarde, Jaime Badiola SJ clausuró las jornadas recogiendo las reflexiones de los tres días: "El ‘yo’, el ‘nosotros’ y el ‘ellos’ no cierran el diálogo, sino que lo integran como parte esencial de su identidad”, enfatizó en una charla en la que no pudo dejar su lado más athleticzale con un guiño al futbolista Óscar de marcos y su vindicación del reivindicó el arraigo, la identidad y la riqueza del proceso del diálogo.
La jornada concluyó con la Eucaristía oficiada por Álvaro Lobo SJ, en sus últimos meses en el Sector Educación antes de su tercera probación. En su homilía, inspirada en la reconciliación de José y sus hermanos, nos animó a ver el futuro como oportunidad y gracia divina. Porque el futuro es bueno, simplemente porque viene de Dios.
Con otro eco de Francisco en Fratelli Tutti —“Acercarse, escucharse, mirarse… dialogar”—, finalizamos convencidos de que esta misión no termina hoy, sino que renace en cada aula, patio y corazón que educa desde el Evangelio.
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