Publicado: Jueves, 25 Septiembre 2025

Deusto asume el reto de formar, atraer y enraizar personas para el futuro

La Universidad de Deusto, obra de la Compañía de Jesús, abrió este miércoles 24 de septiembre oficialmente el curso académico 2025-26 con un llamamiento a formar, atraer y enraizar personas en Euskadi para afrontar los desafíos de futuro de la sociedad vasca. "El talento no se improvisa: se cultiva", afirmó el rector Juan José Etxeberria SJ, subrayando que este reto requiere una estrategia integral y sostenida en colaboración con empresas, centros educativos, universidades, instituciones de FP y administraciones públicas.

El rector recordó que la alta empleabilidad de los egresados —un 90% según Lanbide, con un 87% de empleo encajado— avala la formación de Deusto. Destacó la creación de nuevos grados y dobles grados en áreas STEM y de salud, que suman ya 2.400 estudiantes en Ciencias de la Salud y 1.900 en las distintas ingenierías. Pero insistió en que la universidad busca algo más que excelencia técnica: una formación integral, con valores éticos, competencias transversales y acompañamiento personal para descubrir el propósito vital de cada estudiante, en un entorno multilingüe y diverso que impulsa la innovación y la cohesión social.

Etxeberria desgranó tres grandes retos que orientan el presente y el futuro de la universidad. El primero, "hacer de Euskadi un territorio de oportunidades", de modo que los mejores talentos no solo pasen por las aulas, sino que deseen quedarse. Para ello, Deusto trabaja "codo con codo con empresas, instituciones y agentes sociales para generar oportunidades atractivas, innovadoras y sostenibles. Retener talento no significa cerrarse, sino abrir caminos de colaboración que arraiguen a las personas en este país y hagan de Euskadi un lugar donde sea posible crecer y proyectarse hacia el futuro".

El segundo reto es ser "una universidad abierta al mundo". Con estudiantes de más de 60 países y colaboración con universidades de todos los continentes, Deusto busca atraer talento global y proyectar Euskadi hacia el exterior. "Queremos que nuestros estudiantes puedan salir, aprender en otras culturas y que, a su regreso, encuentren un ecosistema dinámico y abierto para desarrollar todo su potencial", señaló el rector, que citó la red mundial de universidades jesuitas y la Alianza de Universidades Europeas UNIC como espacios privilegiados para este intercambio.

Como tercer desafío, subrayó la necesidad de "humanismo, innovación y comunidad": en un tiempo de acelerados avances tecnológicos, la universidad debe aportar una mirada humanizadora que conjugue conocimiento experto y formación ética, situando a la persona en el centro. Una sociedad que cultiva la innovación sin perder la dimensión humana —afirmó— es capaz de atraer talento diverso, creativo y comprometido.

Tras la eucaristía presidida por el obispo de Bilbao, Joseba Segura, la secretaria general Stella Solernou presentó la memoria académica del curso 2024-25 y, para terminar, dedicó unas palabras a la actual situación en Gaza. Fieles a la tradición cristiana y a los principios universales de humanidad, la secretaria general expresó en nombre de la Universidad de Deusto: "nuestra condena ante la vulneración sistemática de los derechos fundamentales y el desprecio de la dignidad humana. No es posible construir la paz borrando del mapa a un pueblo entero. Con dolor, pero también con esperanza, afirmamos que la paz siempre es posible. La humanidad reclama de los gobernantes el valor necesario para proteger a la población civil gazatí".

Además, la lección inaugural, titulada Familia: lazos que deciden vidas, fue impartida por la catedrática Ana Martínez Pampliega, quien subrayó que la familia —más allá de su forma legal o biológica— es la primera y más decisiva escuela de humanización. Destacó que la calidad de los vínculos, basados en reciprocidad y reconocimiento, es determinante desde la infancia hasta la vejez para la salud mental y el bienestar integral de las personas. 

ver +

también te puede interesar