Publicado: Jueves, 27 Noviembre 2025

Número especial del centenario de la Revista Manresa

La revista Manresa cumple este año su centenario, como hemos venido contando en InfoSJ. El acto central tuvo lugar en mayo con la celebración de un simposio en Salamanca, que ya te contamos, y también charlamos con su actual director, Manuel García Bonasa SJ. Ahora, ve la luz en número especial de celebración, que puedes encontrar aquí. Y reproducimos el texto de García Bonasa como presentación de este número que homenajea los cien años de revista Manresa. 

Queridos amigos y amigas,

Os ofrecemos un número especial, un número doble, que recoge la celebración del primer Centenario de la revista Manresa. Es un número diferente, y especialmente querido por todos lo que hacemos la revista.

Pero antes de pasar a describir el número, permitirme expresar, en primer lugar, una profunda gratitud a todos vosotros, lectores fieles y convencidos de la revista. Sin vuestra cercanía y complicidad, seguramente Manresa sería muy diferente. Vuestra confianza, expresa de algún modo, la vitalidad y la relevancia que nuestra revista sigue teniendo en el corazón de muchos.

El número recoge el camino que hemos recorrido juntos, un camino fascinante a través de cien años de historia, recordando los desafíos superados, celebrando los logros alcanzados y honrando la memoria de quienes nos precedieron en esta noble tarea de difundir la espiritualidad ignaciana. Todo ello es expresión de la “espiritualidad ignaciana como memoria agradecida”. Pero también, miramos el presente con una mirada crítica y constructiva, identificando los retos que se nos presentan en este mundo en constante cambio. Y, lo más importante, de alguna manera hemos proyectado con esperanza el futuro de nuestra publicación, conscientes de la necesidad de seguir siendo un referente para las nuevas generaciones que se acercan a Ignacio de Loyola y su espiritualidad. Queremos que Manresa siga siendo manifestación de “la espiritualidad ignaciana como memoria viva.

Las diversas contribuciones nos iluminan sobre el valor y la relevancia de vivir la espiritualidad como un don, pero también como una aportación concreta, sanadora y real en la Iglesia y la sociedad actual. En un mundo como el nuestro la espiritualidad ignaciana se abre como un camino de encuentro con Dios en la realidad y también como una propuesta fraterna capaz de reunir a hombres y mujeres de distintas culturas, sociedades, procedencias, incluso religiones, aunque todavía quede mucho por explorar en esta modalidad, con el deseo y la voluntad de hacer un mundo más justo y humano, al modo y a la manera de Jesús de Nazaret. La revista Manresa a través de sus páginas ofrece por un lado inspiración, pero por otro, una ventana desde la que mostrarse a todos y todas que creemos y seguimos los pasos de Padre maestro Ignacio de Loyola.

Como os decía, hemos querido marcar la celebración del centenario con un número doble, organizado en dos partes bien diferenciadas. En la primera, recogemos todas las intervenciones del simposio conmemorativo, "100 años de memoria agradecida", que tuvo lugar en Salamanca del 16 al 18 de mayo. El encuentro se abrió con una relectura de la historia de la revista (José García de Castro sj), a la que siguieron tres ponencias y ocho paneles que giraron en torno a la referencia común de los Ejercicios Espirituales. Los ponentes, contrastados especialistas en el arte de dar Ejercicios, nos ayudaron a reflexionar sobre lo esencial de ellos (Darío Mollá sj), el sujeto que los hace (Josep Rambla sj) y el discernimiento y la conversación espiritual (Juan Antonio Guerrero sj). Por su parte, los distintos panelistas, laicas y laicos, miembros de Comunidades de Vida Cristiana (CVX), religiosas y jesuitas, nos presentaron diversas modalidades de Ejercicios que testimonian su vigencia y la clave de adaptabilidad y flexibilidad inherente al método ignaciano.

La segunda parte, "100 años de memoria viva", refleja la vitalidad de la reflexión sobre la espiritualidad ignaciana, más allá de los Ejercicios, y la diversidad de voces, femeninas y masculinas, laicas, religiosas y jesuitas, que la protagonizan hoy. Coexisten los temas más nítidamente ignacianos con otros más ligados al contexto eclesial. Entre los primeros, encontramos estudios sobre las lágrimas en Ignacio (María Dolores López Guzmán), la oración (Rodrigo Mejía sj), y el discernimiento (Nurya Martínez-Gayol aci). Después, ofrecemos una pequeña joya con la presentación de dos cartas inéditas del joven Pedro Arrupe, al que tanto debe la renovación de la espiritualidad ignaciana tras el concilio Vaticano II y cuando está en curso su proceso de canonización (Mónica Borsari), un acercamiento desde la autocrítica a la realidad de los abusos en la Iglesia (Patrick Goujon sj) y, por último, una reflexión sobre la sinodalidad desde la perspectiva ignaciana (María Luisa Berzosa fi). Completan el número nuestras secciones habituales de Semblanzas y Ayudas, que en este caso son dobles en razón del número especial.

Con estas páginas queremos afirmar que este número es mucho más que una conmemoración, es la opción de renovar nuestro compromiso con los valores que inspiraron la fundación de esta revista hace cien años. Reafirmamos nuestra voluntad de seguir siendo una atalaya desde donde presentar, reflexionar y acompañar todo aquello que tenga que ver con Ignacio, sus Ejercicios Espirituales y su espiritualidad.

Sabemos que el camino no será fácil, tenemos muchos retos que afrontar  y nuestros recursos y posibilidades son limitados, pero la rica historia que celebramos como memoria agradecida nos da la certeza de que, con la ayuda de Dios y el apoyo de todos ustedes, nuestra revista es también memoria viva y seguirá siendo un instrumento valioso al servicio de la Iglesia y de la sociedaddesde las claves ignacianas.

Reitero mi agradecimiento al equipo organizador que ha trabajado incansablemente para que el pasado Simposio fuera un éxito. Gracias a los ponentes por compartir su sabiduría, a los participantes en los diversos paneles y mesas redondas, a las instituciones que nos han brindado su apoyo y a todos aquellos que, de una manera u otra, han contribuido a hacer posible esta celebración.

Y, por supuesto, gracias a ustedes, queridos lectores, colaboradores y amigos, por ser la razón de ser de nuestra revista. Como ya dije al principio de estas páginas, su fidelidad, su apoyo y su compromiso son el mejor regalo que podemos recibir en este centenario.

Muchas gracias, de corazón a todos.

Nos seguimos encontrando en las páginas de Manresa.

Manuel García Bonasa SJ.

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