Publicado: Lunes, 03 Noviembre 2014

Colegio Apóstol: Homenaje al H. Bailón

HOMENAJE AL H. BAILÓN POR SUS 50 AÑOS EN VIGO

El pasado jueves, día 30 de octubre, a las 18:30 el Colegio ‘Apóstol Santiago’ de Vigo se vistió de fiesta. Más de 30 jesuitas, multitud de antiguos y actuales profesores, prácticamente todo el personal no docente, muchos ya jubilados, casi todos los sobrinos del festejado –tres de ellos antiguos alumnos–, el Vicepresidente de la Diputación de Pontevedra, tres exalcaldes de Vigo, y el alcalde de La Guardia. Todos los amigos de Pepe que pudieron se dieron cita en la iglesia-parroquia del Colegio, donde presidió la Eucaristía Xulio Martínez, antiguo alumno y maestrillo del Apóstol, y hoy Rector Magnífico de la Universidad Pontificia Comillas.

Gran participación en lecturas, peticiones y ofrendas –todas ricas en símbolos y contenidos, como ‘unos zapatos de suela de goma, para andar y estar sin ruido, éxito ni brillo’–, y una preciosa y precisa homilía de Julio: las características de la espiritualidad ignaciana, que han hecho posible una vida de entrega y servicio, humilde y eficaz.

A la 19:30, unas 350 personas llenaron el Salón de Actos, donde la Directora del Colegio, Doña María Alonso, presentó a la mesa, y dirigió unas muy sentidas, agradecidas y elogiosas palabras al homenajeado.

El. P. Rector de Comillas hizo una suficiente y jugosa semblanza de su amigo Pepe, citando unas atinadas palabras del P. Evaristo Rivera –Tito–.

Leía de Tito: “A pesar de todo, osaré decir que, cuando se navegue por la trayectoria del Colegio, Bailón surgirá como un fenómeno humano de primera categoría. Porque hizo de todo, y casi todo lo hizo bien. Los capítulos de su biografía serán muy entretenidos y substanciosos. Puede decirse que la labor de Bailón abarca el Colegio y todas sus circunstancias.

Bailón es una planta de secano que vino a desarrollarse y dar frutos en el noroeste, junto al mar. Lleva medio siglo en Galicia, pero ¿es gallego de verdad? Yo diría que Galicia no es su tierra, pero es tierra suya. Da la impresión de que la lleva dentro. Y, como dice el cantar autóctono: “Si buscas a Galicia, en ti tes que atopala”.

Bailón es un caso único de permanencia durante 50 años en un sólo destino: el Colegio Apóstol Santiago. Por eso dicen algunos que Bailón, aparte de los tres votos habituales, tiene un cuarto voto que renueva fervorosamente cada año: el de la permanencia o estabilidad.

Pepe es un buen amigo. No lo es de modo bullicioso y espectacular en las formas, pero sí de manera contenida y firme. A los de casa nos ganaba por su delicadeza, generosidad y discreción. Y a los de fuera, por su espontaneidad y entrega. Amigo suyo lo puede ser un gran empresario, un profesor o el que le vende el rodaballo en la lonja del Berbés.

Hay que evocar con admiración una obra que fundó, promovió y gestiona aún Bailón desde hace ya más de 40 años. Me refiero a los viajes colectivos con personas vinculadas al personal no docente del Colegio o al barrio. Es gente sencilla, estupenda, que encontraron en esta obra la posibilidad de conocer Galicia y España, con lo cual, antes, ni soñaban. Visitan monumentos, playas, paisajes, pero no descuidan cada año asistir devotamente a alguna célebre Semana Santa. Una obra humana y social que entra en el haber del Colegio, y que muestra el carácter de jefe nato y servicial que demuestra su inventor.”

También citó al P. Muguruza: “Conocer a Pepe por dentro es un regalo muy especial. Quiero dar fe, en la medida de mis posibilidades, de que todo lo muchísimo que ha hecho Bailón, en los 50 años que celebramos, y en los casi 80 que va a cumplir, ha obedecido a una profunda convicción de que él entró en la Compañía de Jesús, para estar al servicio, lo más entregado y eficaz posible, a los demás, fueran quienes fueren. Además de religioso fiel, es profundamente cristiano y persona hondamente buena. No tiene cabida para el rencor ni la hipocresía.

Pepe ha intentado siempre “en todo amar y servir”, aunque reconozca que no han faltado los fallos y errores, para que toda su vida fuera plenamente “para mayor gloria de Dios”.”

Y no faltaron jugosas anécdotas de humor: la hondura religiosa de su homilía eucarística se vio oportuna y ampliamente complementada con momentos que provocaron las carjadas de los enfervorizados oyentes.

El Vicepresidente de la Asociación de Antiguos alumnos, tras unas breves palabras de loa y agradecimiento, le impuso la ‘Insignia de Oro de la Asociación’.

La Presidenta de la Asociación de Madres y Padres de Alumnos habló como antigua alumna, madre de 3 alumnos actuales, y 8 años perteneciendo al ANPA, con algunos nervios iniciales, pero con gran soltura, alabanza y veneración final.

Por fin, el P. Superior, hizo referencia a los dos santos jesuitas –‘de hoy, el beato Domingo Collins, y de mañana, San Alonso Rodríguez’–, encomendando también la vida del H. Bailón al querido Beato Gárate, destinado en Camposantos –sede del ‘peregrino Apóstol’–, antes de su larga estancia en la portería de Deusto.

Antes de levantar la sesión, José Bailón Bailón, S.I., leyó un sentido, y casi emocionado, agradecimiento, tocando ‘todos los palos’, con su mezcla habitual de ironía y profundidad.

Se dio fin al acto con una breve y muy cuidada presentación de ‘Power Point’, que resumía la vida y milagros, así como la inmensa gratitud del homenajeado.

Pasadas las 20:30, en el frontón de debajo del salón, profusamente iluminado y templado por el tiempo casi veraniego, abundaron las ricas y selectas viandas, las variadas y nutridas bebidas, y, desde luego, los saludos, abrazos, expresiones y afectos, también nutridos, variados y amplios.

Hacia las 22, aunque con lentitud y como sin ganas de que acabara, el personal se fue disolviendo. 

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