
Jóvenes, CVX y la Compañía
El pasado 21 de noviembre en el Colegio San Estanislao de Málaga se celebró la Segunda Sesión de Monitores Ignacianos
Monitores Ignacianos es un curso diseñado, promovido y organizado por CVX en Málaga para la formación de universitarios. En colaboración con la Compañía de Jesús que lo apoya y fomenta. El objetivo es que los jóvenes profundicen en la espiritualidad ignaciana como medio para ser mejores catequistas y monitores, así como para discernir su vocación.
Esta formación es ya la segunda edición, que se ha puesto en marcha tras el éxito de la primera. Participan 30 universitarios y profesores de los colegios de San Estanislao de Kostka, del SAFA-ICET y de San José de Carranque, así como personal de Entreculturas.
Monitores ignacianos se desarrolla a través de 6 sesiones de tres horas durante un curso académico con metodología muy dinámica en la que la oración comunitaria a través de diferentes técnicas es la introducción de cualquier sesión, el planteamiento de preguntas y compartir lo que sugiere cada una constituye el eje central, y la evaluación de la sesión pone el punto final al día.
En este curso académico ya se han celebrado dos sesiones: la primera a cargo de Elisa García España en donde se trató de dar respuesta a la pregunta ¿quién soy yo? Y la segunda a cargo de Javier Montes sj que se centró en la identidad y el liderazgo ignacianos.
Aún quedan cuatro sesiones en las que tendremos de invitados a Antonio Pascual, profesor del Colegio San Estanislao de Málaga, para trabajar sobre la figura de Jesús, Antonio Ordoñez sj que se centrará en la pertenencia a la Iglesia desde el sentir ignaciano, Ana Catalá que nos presentará testimonio de su experiencia personal de los ejercicios espirituales de san Ignacio, y cerraremos este curso aproximándonos a la espiritualidad ignaciana en clave de humor con David Cabrera sj.
El éxito de esta formación no es solo de los maravillosos invitados con los que contamos, que de forma desinteresada y mucha ilusión se entregan en cada sesión, sino de todos y cada uno de los jóvenes que participan en el curso, quienes con su compartir, ilusión y deseos por estar más cerca del Señor están haciendo que Monitores Ignacianos no sea simplemente un curso de formación, sino una experiencia enriquecedora de crecimiento, unión, compromiso y búsqueda de la vocación personal.